El informe de este año es una recopilación de observaciones y análisis ambientales originales revisados por pares de una región que está experimentando alteraciones rápidas y dramáticas en sus condiciones meteorológicas, climáticas, oceánicas y terrestres. Compilado por 133 científicos de 15 países, el boletín rastrea los principales indicadores ambientales del Ártico.

El documento indica que la temperatura promedio anual del aire en la superficie terrestre del Ártico entre octubre de 2019 y septiembre de 2020 fue la segunda más cálida desde que comenzaron los registros en 1900, y fue responsable de generar una cascada de impactos en los ecosistemas árticos durante esos 13 meses.

En nueve de los últimos 10 años, la temperatura del aire en el Ártico fue al menos 1ºC superior a la media del periodo de referencia entre 1981 y 2010. Los valores térmicos de los últimos seis años han superado todos los récords anteriores.

Además, las temperaturas extremadamente altas en Siberia durante la pasada primavera causaron la extensión de nieve más baja en junio en el Ártico euroasiático observada en los últimos 54 años.

La superficie mínima de hielo marino del Ártico en 2020, alcanzada en septiembre, fue la segunda más baja en el registro satelital. El grosor general de la capa de hielo marino también disminuye a medida que el hielo ártico se ha transformado de una masa de hielo más vieja, gruesa y fuerte a otra más joven, delgada y frágil en la última década.

Los incendios forestales extremos en la república de Sajá (norte de Rusia) durante 2020 coincidieron con temperaturas del aire cálidas sin precedentes y una pérdida récord de nieve en la región.

Las ballenas boreales del Pacífico Ártico se han recuperado en los últimos 30 años por el aumento de las floraciones locales de plancton y al transporte de más krill y otras fuentes de alimentos hacia el norte a través del estrecho de Bering, una señal de calentamiento a largo plazo en el océano Ártico.

"La transformación del Ártico en una región más cálida, menos helada y con cambios biológicos está muy avanzada", apunta Rick Thoman, climatólogo del Centro Internacional de Investigación del Ártico y coeditor del 'Arctic Report Card'.