Investigación

Descubren que los neutrófilos juegan un papel fundamental en el hígado graso

MADRID
SERVIMEDIA

Investigadoras del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) han descubierto que los neutrófilos actúan como “mensajeros circadianos” en el hígado, controlando su reloj interno y su metabolismo lipídico. El trabajo abre una nueva ventana terapéutica para el tratamiento de enfermedades hepáticas como la esteatosis y el hígado graso.

El estudio en ratones, financiado parcialmente por la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) y publicado en Life, ha comprobado que los neutrófilos, además de ser la primera línea de defensa del sistema inmune, tienen una función importante en el mantenimiento de distintos órganos, como el hígado.

Estas células presentan una oscilación circadiana en sangre, habiendo un número mayor por la mañana que por la noche y que migran al hígado para controlar la producción de grasa por el hepatocito.

“Por la mañana es el momento en el que encontramos altos niveles de neutrófilos en el hígado, y estos niveles se correlacionan con el aumento de triglicéridos hepáticos, así como de proteínas involucradas en la producción de lípidos, sin embargo, si bloqueamos ese aumento de neutrófilos los niveles de triglicéridos disminuyen y al igual que las proteínas involucradas en la lipogénesis. De esta forma el neutrófilo formaría parte de la maquinaria del reloj hepático, realizando por tanto labores de mantenimiento de este órgano” destacó la doctora Guadalupe Sabio.

Una vez en el hígado los neutrófilos secretan una proteína, la elastasa, que, según explica la principal autora de este trabajo, María Crespo, “regula tanto genes que intervienen en el control del reloj biológico, como genes involucrados en el metabolismo del hígado”. De hecho, las autoras ya habían visto que la eliminación de esta vía está asociada a una mayor predisposición al cáncer hepático.

Las autoras del trabajo también han demostrado que este mecanismo podría existir en humanos. La doctora Magdalena Leiva indica que han comprobado en biopsias de hígado que en las personas “la elastasa activa las mismas vías de señalización que en los ratones y, por tanto, podemos ser susceptibles al mismo mecanismo de regulación por el sistema inmune”.

(SERVIMEDIA)
11 Dic 2020
MAN/gja