Lo dijo la ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya, en una entrevista en Onda Cero recogida por Servimedia, en la que se refirió al reconocimiento que EEUU efectuó la semana pasada de la soberanía marroquí sobre el Sahara Occidental a cambio de que Marruecos establezca relaciones diplomáticas con Israel, un movimiento sobre el que eludió confirmar si Washington consultó a España, si bien atestiguó que “todo esto no ha pillado por sorpresa”.

La jefa de la diplomacia española enmarcó el establecimiento de las relaciones diplomáticas entre Marruecos e Israel en la línea de los movimientos efectuados por Emiratos Árabes Unidos, Baréin y Sudán en los últimos meses en ese sentido, lo cual “nos parece una cosa positiva”.

A pesar de ello, adujo que quedan por resolver “dos cuestiones fundamentales, que no dependen de un acto unilateral de un país, por muy grande que éste sea”: la paz entre israelíes y palestinos y la cuestión del Sahara Occidental, ententes cuyo “centro de gravedad” está en la ONU y que, por lo tanto, requieren del concurso de la comunidad internacional.

Esto le sirvió para explicar que la ONU y su secretario general, António Guterres, tienen que nombrar un enviado especial para el Sahara Occidental tras consultar a “los vecinos más inmediatos” -Marruecos, Argelia y Mauritania-, a los miembros de su Consejo de Seguridad y a países como España, “que tienen intereses en la zona”.

Por ello, instó a las Naciones Unidas a nombrar a su nuevo enviado especial para el Sahara Occidental para que “encauce el diálogo internacional” iniciado por ella misma sobre esta cuestión.

Abominó del “unilateralismo para gestionar las relaciones internacionales”, rasgo característico de Donald Trump al frente de la Casa Blanca durante los últimos cuatro años, y apostó por buscar un “retorno al multilateralismo, al de verdad”, con la administración que presidirá el demócrata Joe Biden a partir del próximo mes de enero.

La ministra también se pronunció sobre el aplazamiento al próximo mes de febrero de la cumbre bilateral que España y Marruecos tenían previsto celebrar esta semana por razones de “seguridad sanitaria” debido al impacto de la pandemia del coronavirus.

Lo hizo aclarando que la celebración de la Reunión de Alto Nivel (RAN) con Marruecos, que no se celebra desde el año 2015, siempre estuvo condicionada a la evolución de la pandemia, cuyo impacto ha convertido al país marroquí en el segundo del continente africano en número de contagios.

Por ello, continuó González Laya, tras intentar celebrarla reduciendo el volumen de participantes, finalmente se decidió posponerla, sin que haya tenido nada que ver, según dijo, el reconocimiento de la soberanía marroquí sobre el Sahara Occidental por parte de EEUU, la crisis migratoria en Canarias o el estado de salud del rey Mohamed VI.

Para ilustrar su aserto, expuso que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, también se ha visto obligado a suspender su visita oficial a Túnez por la pandemia, lo que le permitió concluir que este tipo de incidencias “no merma la intensidad” de las relaciones bilaterales.