La iniciativa, impulsada por la Pastoral Penitenciaria de la Iglesia aragonesa, llega a su cuarto año consecutivo con el objetivo de que los reclusos de Teruel, Zuera y Daroca puedan contactar con sus familiares en estas fechas.

El reto es reunir 2.000 tarjetas de cinco euros de saldo cada una antes del 20 de diciembre para "que ningún preso de Aragón se quede sin felicitar la Navidad a sus seres queridos".

Las personas interesadas en colaborar pueden hacer su donativo, antes del 20 de diciembre, en el siguiente número de cuenta habilitado por las diócesis aragonesas: ES47 2085 0138 38 0330342277.

Con ‘Minutos de esperanza’, la Pastoral Penitenciaria también quiere ofrecer un testimonio de amor y perdón a los “descartados de la sociedad”.

El obispo responsable de la Pastoral Penitenciaria de Aragón, Ángel Pérez Pueyo, subrayó en la presentación de la iniciativa que "esta llamada a la generosidad que comenzó hace cuatro años se ha convertido en un verdadero milagro". Asimismo, Pérez Pueyo, también obispo de Barbastro-Monzón señaló "lo bonito que es que con este gesto tan sencillo podamos devolver la esperanza a estas personas que la sociedad hace invisibles".

Las tarjetas telefónicas son muy codiciadas por los internos, ya que, como explica uno de los beneficiarios de la campaña de 2017, "sin tarjeta no hay llamadas a la familia, ni al abogado, ni a quien te pueda solventar algún problema en un momento determinado… Es tu conexión con el mundo. Parece mentira, pero después de la libertad, tal vez sea el mejor regalo que podemos hacer a un preso".