Así se pronunció la jefa de la diplomacia española durante la interpelación planteada por la diputada de Vox Rocío de Meer en el Congreso de los Diputados sobre las medidas que va a adoptar el Gobierno para “frenar la invasión migratoria en España”.

González Laya dejó claro que la gestión de los flujos migratorios “preocupa y ocupa” al Gobierno, lo que le dio pie a reflexionar sobre el hecho de que “las palabras importan, y debo negarle la mayor cuando habla de invasiones. Sabe que aquí no hay invasiones, pero le da igual, porque su intención no está ligada a la virtud, a la ética y a España”.

Explicó que las llegadas irregulares a Canarias ascienden a 21.000 este año como consecuencia de “la apertura de la ruta atlántica, los efectos de la pandemia en nuestros vecinos, las insuficientes redes públicas de protección social en estos países y la rápida adaptación de las redes de tráfico de inmigrantes”.

Esto le sirvió para proclamar que cuando Vox habla de “invasión” perpetra “la mayor de las demagogias con la peor de las intenciones” vinculando “violencia, robos, multiculturalismo y globalismo”.

La ministra de Exteriores elevó el tono para reprochar a Vox que “imite estrategias ajenas” con un discurso migratorio que sólo tiene como objetivo “buscar la división” para “conseguir réditos políticos”.

Dijo que Vox, que “presume de defender las tradiciones españolas y de promocionar las costumbres de nuestro pueblo, que están presumiblemente amenazadas”, no hace más que “deshonrar la imagen de España, un país de migrantes”, tanto en el interior de sus fronteras como en el exterior.

“¿Cómo cree que se construyó nuestro país en el siglo XIV, XV, XVI, XVII, XVIII, XIX y XX? ¿Teletrabajando? Lo hizo emigrando y sufriendo los mismos estigmas que usted profiere en esta tribuna”, espetó. Esta intervención fue recibida por una cerrada ovación en pie por parte de los diputados de la mayoría parlamentaria que apoya al Gobierno.

González Laya continuó pidiendo que “por nuestros abuelos, tíos y padres” que emigraron en el pasado reciente a países como Suiza “tratemos con el mismo respeto” a quienes llegan a España en el siglo XXI en busca de un futuro mejor.

La ministra observó que los miembros de Vox son “bastante previsibles, solamente para mal, para superarse con sus exabruptos y brutalidad”, una actitud que “no es inocua”, por lo que les invitó a reflexionar “con qué material inflamable están frivolizando y compórtense a la altura del país al que pertenecen”.

Por su parte, Rocío de Meer trasladó a la ministra que el Gobierno tiene la obligación de “defender las fronteras de sus nacionales”, que “están siendo golpeadas por un aluvión de inmigrantes económicos, que no refugiados, que no estamos repatriando”.

Comentó que sólo con las llegadas de inmigrantes este año, que cifró en 40.000, se iguala el número de personas sin techo, y afirmó que “los jóvenes se marchan al extranjero mientras acogemos a varones procedentes de África. Ese es el futuro del país que estamos construyendo”.

La diputada de Vox también vinculó inmigración con delincuencia al hacer una retahíla de supuestos delitos cometidos presuntamente por inmigrantes, que culminó con el siguiente corolario: “los que delinquen deben ser repatriados, aunque sean socialistas, como el señor Diouf”, en referencia al diputado del PSOE Luc André Douf, de quien dijo que fue condenado por un delito de lesiones.

Apuntó que el Gobierno incentiva la migración de “miles y miles de personas con culturas contrarias a la nuestra, mientras vende la moto globalista del maldito multiculturalismo que tanto daño hace a nuestros barrios humildes. ¿Todavía nos quieren hacer creer que esto no repercutirá en nuestra seguridad?”.

Por último, reiteró la que se ha convertido en la medida estrella de su formación para combatir la inmigración: que la Armada lleve a cabo un “bloqueo naval” de Canarias para frenar lo que considera una “invasión” de inmigrantes.

Lo hizo lamentando que la Armada “participa en operaciones que monitorizan las mafias en Italia”, en referencia a la misión ‘Eunavformed Sophía’, de lucha contra el tráfico de migrantes en el Mediterráneo, ya concluida y en la que sí participó España, que fue sustituida por ‘Eunavformed Irini' el pasado mes de marzo, con el objetivo de aplicar el embargo de armas de la ONU sobre Libia con medios aéreos, satélites y recursos marítimos, y que no cuenta con el concurso de España, y deplorando que “no lo hagan en nuestras fronteras”.

Cabe recordar que el jefe de Estado Mayor de la Armada (Ajema), almirante Teodoro López Calderón, atestiguó el pasado mes de noviembre que los buques militares tienen la “obligación moral y legal” de rescatar a cualquier persona cuya vida esté en riesgo en el mar.