“Desde principios de octubre de este año hay una falta de suministro eléctrico en las viviendas de los sectores 5 y 6 de la Cañada Real Galiana, lo que ha provocado una grave situación de desprotección para los niños y niñas de la zona”, alertó la ONG en un comunicado.

Según la directora de Políticas de Infanica, Catalina Perazzo, “esta situación está vulnerando gravemente los derechos de estos niños y niñas, que están viendo perjudicada su salud, están teniendo dificultades para continuar con el ritmo escolar y no están pudiendo satisfacer sus necesidades básicas al no disponer de una vivienda digna”.

Save the Children considera esencial que se priorice el realojamiento de las familias que tienen niños y niñas a cargo, en línea con lo pactado en 2018 y que, hasta que esto sea posible, se reestablezca el suministro de energía eléctrica en la zona para garantizar la protección de los menores.

Una niña de la Cañada Real tuvo que ser hospitalizada la semana pasada por inhalar monóxido de carbono procedente de una estufa que de gas que usaba su familia para calentarse. También un n bebé tuvo que ser derivado a urgencias por síntomas de hipotermia.

Ayer mismo, varios relatores especiales de Naciones Unidas se dirigieron a España para expresar su preocupación por los cortes de electricidad, que “ponen en peligro la vida de los niños y niñas” que ahora se enfrentan a “temperaturas que se acercan a los cero grados”.

El último corte de energía comenzó el 2 de octubre y afecta a, al menos, 4.500 personas, particularmente en dos sectores de la Cañada Real. El asentamiento alberga a unas 8.000 personas que viven en una franja de 16 kilómetros de largo establecida hace más de 40 años por migrantes y romaníes.