"En nuestro país, cada vez hay más personas mayores, pero no se envejece bien", asegura este geriatra, que indica también que algunos hábitos de vida actuales, como el sedentarismo o el abuso de comida precocinada, influyen de manera negativa en la alimentación de la población mayor.

Según explica este experto, las repercusiones de la obesidad son claras: pérdida de la capacidad funcional y mayor riesgo de padecer problemas cardiovasculares, cáncer y demencia, entre otras.

Además, la existencia de sobrepeso y obesidad es especialmente preocupante en las personas mayores denominadas "frágiles", en las que puede darse la llamada obesidad sarcopénica, donde confluyen un exceso de grasa y un déficit de masa muscular, "dos condiciones fuertemente asociadas al deterioro funcional".

Para mejorar la salud del corazón, el equilibrio y la masa muscular, es recomendable hacer ejercicio físico y llevar una dieta saludable, rica en fruta, verdura y fibra, señala el geriatra.

Por último, el coordinador del libro, elaborado en colaboración con la Red Temática sobre Envejecimiento y Fragilidad (Reticef) del Ministerio de Ciencia e Innovación, recuerda que las previsiones indican que España será en 2050 el segundo país más envejecido del mundo, por detrás de Japón.