En la misiva, Ángel Batalla indicó que "una vez aclarado y documentado mi acceso hace ya 43 años, de forma legal y reglamentaria, a mi puesto como funcionario de la Diputación de Valencia, así como mi posterior reclasificación, he tomado la decisión personal e irrevocable de presentar mi dimisión como comisionado especial del Gobierno para la Reconstrucción y Reparación de los daños provocados por la dana".

Además, comentó que después de todos estos años de servicio público, "ésta es una vocación que no se improvisa, que no se hereda, y que no se compra, sino que se construye día a día, con los pies en la calle y la mirada puesta en las personas, en sus problemas, en sus derechos, en su dignidad".

Así, dijo que no necesitaba "grandes discursos" para defender su trayectoria porque "hablan por mí los años vividos en primera línea, las decisiones difíciles, la cercanía a quienes más lo necesitaban, el trabajo callado, las horas sin reloj". También, resaltó, que hablan por él "los principios que nunca negocié: la libertad, la justicia social, la democracia".

Aseguró que en este tiempo ha servido a la ciudadanía "con entrega, respeto y con una idea firme que me ha acompañado siempre: que lo público es sagrado, porque es de todos".

También resaltó que "frente al ruido, la sospecha o el oportunismo", él mantenía "la conciencia tranquila y la memoria de una vida entregada al bien común". "Reivindico, sin ambages, el valor de una vida pública honesta, comprometida y transparente", destacó.

Para Ángel Batalla, el hecho de asumir la responsabilidad de comisionado para la dana ha provocado "reiteradas actitudes de inquina" hacia él "con el único objetivo de intentar socavar, dañar y manchar una trayectoria de servicio, si se me permite, diligente y transparente".

"El daño que a nivel personal representa este ataque injustificado es enorme", sostuvo recalcando que se esta poniendo en duda su trayectoria profesional sin que se le haya dejado defenderse en el procedimiento de la agencia Antifraude.

A su juicio, se duda de su credibilidad y honorabilidad. "Y sinceramente, no aguanto. Mi amor a mi partido, a mis compañeros, mi compromiso con mi Gobierno y mi presidente me hacen tomar esta decisión para no ser titular de esta campaña de desgaste incansable que me provoca un gran dolor. Y lo hago por mí y por mi familia. Por tanto, me voy. Me jubilo", concluyó.