Sector financiero

El negocio del seguro bajó un 8,30% el año pasado, su mayor caída en el siglo por el Covid y los tipos bajos

- El sector confía en que los ingresos en No Vida crezcan un 3% este año con el rebote del PIB y la extensión de la vacuna

MADRID
SERVIMEDIA

Las compañías aseguradoras que operan en España recaudaron 58.850 millones de euros en ingresos durante el pasado ejercicio, cifra que supone un retroceso del 8,30% en comparación con los 64.155 millones de un año atrás por la paralización económica generada para frenar la pandemia del Covid-19 y el impacto de los tipos bajos en los productos de Vida.

“Es una caída histórica, la mayor del negocio conjunto en el Siglo XXI”, expuso el responsable de Investigación Cooperativa de Entidades Aseguradoras (ICEA), José Antonio Sánchez; junto a la presidenta de Unespa, Pilar González de Frutos, durante la jornada anual que celebran ambas instituciones para hacer balance del ejercicio y de los retos que encara la industria.

El desplome contrasta con el retroceso anual del 0,42% experimentado el año previo, pero también compara positivamente frente al descenso del 11,7% que se espera en el PIB del ejercicio, según reivindicaron ambos, explicando que el sector suele lleva un decalaje frente a la evolución de la economía, “normalmente de seis meses”.

A pesar del revés en ingresos, que fue dispar según tipos de pólizas y ramos, la patronal subrayó que el sector asegurador preserva unos niveles de solvencia “elevados”, que “superan con creces las exigencias que marca la regulación y que también ha mantenido el servicio a sus clientes con normalidad a lo largo del ejercicio”, atendiendo, incluso, coberturas no aseguradas y creando un fondo de 38 millones de euros para cubrir al personal de centros sanitarios de forma gratuita en todo el país.

Los datos los elabora ICEA con información proporcionada por 153 compañías, que gestionan el 97,12% del negocio de la industria, y se explica íntegramente en el mal comportamiento en la facturación del ramo de Vida, que experimentó un descenso del 21%, mientras que el de No Vida aún avanzó un 1,07%, pese a la mala evolución experimentada en algunos de sus principales ramos como automóviles.

De los ingresos logrados en el año, 37.046 millones de euros correspondieron al ramo de No Vida y los 21.804 millones restantes al de Vida; siendo las líneas de negocio que más han acusado la caída de la economía los seguros de vida ahorro, automóviles y diversos.

La facturación del negocio de vida, medida en los ingresos por primas, menguó un 20,78% en términos interanuales. Sin embargo, el volumen del ahorro gestionado a través de seguros o valor del patrimonio perteneciente a clientes en dichos productos se mantuvo estable, con 193.826 millones de euros en provisiones técnicas, cifra “muy parecida a la de 12 meses atrás”.

La presidenta de Unespa explicó que el impacto de la pandemia en el ejercicio asegurador es “innegable”, pero en el ramo de Vida está más vinculado con las dificultades para la actividad y ofrecer productos con rentabilidades en un escenario de tipos de interés “muy bajo y negativos en los últimos años” - el pasado año ya había caído un 5,06% la facturación-.

EL IMPACTO DE MEDIDAS FISCALES

A ese factor, indicó que también le influyó “las propias dificultades de la pandemia general, que han hecho que probablemente muchos asegurados hayan decidido preferir mantener sus ahorros antes de hacerlos líquidos” con su rescate, “junto a la mala decisión del Gobierno” en la fiscalidad del ahorro, en alusión al anuncio de las rebajas en los beneficios fiscales para los planes de pensiones. “Para el ejercicio próximo probablemente mostrará una tendencia muy similar”, auguró.

El ramo de No Vida logró, en cambio, elevar un 1,07% los ingresos, hasta los 37.046 millones de euros, gracias a la buena evolución en seguros de inmuebles o salud, que mitigaron el retroceso experimentado en otros como los de automóvil. “Es un ámbito de negocio que está mucho más vinculado a la situación económica del país y a las rentas de las familias”, refirió la presidenta de Unespa, aunque reivindicó que crecer al 1,07% frente a la caída “de dos dígitos” en el PIB “vuelve a poner de manifiesto la capacidad de adaptación del sector asegurador”.

Para el actual 2021, el responsable de ICEA, José Antonio Sánchez, vaticinó la vuelta al crecimiento en el ramo de No Vida, con expansiones de “el entorno al 3%” y tomando como escenario para el cálculo que la economía rebote un 6,4% y el 70% de la población se encuentre vacunada en junio, aunque precisó que “es el año más complicado para hacer cualquier tipo de previsión”. En Vida, y dado que continuarán los tipos hundidos en mínimos, estimó que “tampoco pensamos que los crecimientos existan”, aunque sí podría haber una “caída menos significativa”.

Por tipo de producto y cobertura dentro del ramo de No Vida, los seguros del automóvil redujeron su facturación un 1,96% y cerraron con unos ingresos de 11.091 millones. Los seguros diversos, que engloban diferentes coberturas y muchas de ellas ligadas a la actividad económica, también vieron reducida un 0,73% su facturación y se situaron en 8.819 millones de euros. Dentro de ellos, algunos sufrieron directamente la parálisis de actividad como Asistencia (cayó un 26,40%), seguro decenal (-15,94%) o el de crédito (-0,81%)

En contraste, los seguros que protegen inmuebles crecieron un 3,08%, hasta los 7.753 millones; y aquellos otros ligados a coberturas de salud incrementaron un 5,01% su facturación, hasta los 9.383 millones.

(SERVIMEDIA)
19 Ene 2021
ECR/gja