Son cifras muy preliminares compartidas por la presidenta de Unespa, Pilar González de Frutos, este martes durante la rueda de prensa previa a la jornada anual que celebra la patronal junto a Investigación Cooperativa de Entidades Aseguradoras (ICEA) para hacer balance del ejercicio y de los retos que encara la industria.

González de Frutos indicó que las cifras que se van recogiendo son “muy estimativas y muy limitadas” aún, ya que “probablemente no han aflorado la totalidad de los daños”. La razón es que hay “mucho asegurado que todavía no es consciente de si ha tenido daños o no derivados de la nevada”, citando a título de ejemplo aquellos que puedan encontrarse en vehículos aparcados en la calle y rodeados de nieve donde sus propietarios no han podido acceder.

De los alrededor de 60.000 ya registrados en seguros de domicilios, detalló que unos 30.000 corresponden a daños provocados por la nieve y otros “28.000 y pico” derivados del agua, la lluvia y el pedrisco, ya que la borrasca entró por el Sur y allí no provocó nevadas sino inundaciones y pedrisco.

A esas cifras, muy preliminares, indicó que habrá que añadir los siniestros que se declaren de automóviles, en comercios, oficinas, almacenes y cualquier otro siniestro que habrá que valorar “si tenían seguros”.

Al ser cuestionada sobre los 1.400 millones de euros en los que el Ayuntamiento de Madrid ha elevado los potenciales daños por la nieve, indicó no tener “elemento para juzgar cuanto de acertada o no” es esa estimación. Sin embargo, sí advirtió que “probablemente incluye alguna cosa que en el seguro no tendría ese impacto ni siquiera esa cobertura”.

“Me consta que han incorporado daños sufridos por la paralización de algunas entidades económicas y, como saben, las pérdidas pecuniarias solo se cubren cuando ha existido un daño material directo”, explicó, subrayando que el seguro no se hace cargo de la pérdida de negocio “por el mero hecho de no acceder” al negocio.