Ciencia

Gusanos depredadores gigantes habitaron el fondo marino hasta hace 5,3 millones de años

MADRID
SERVIMEDIA

Las profundidades marinas de algunas partes del planeta estuvieron habitadas por gusanos depredadores gigantes hasta hace unos 5,3 millones de años, según un nuevo estudio realizado por un equipo internacional de investigadores en el que participó la Universidad de Granada.

El estudio, publicado este jueves en la revista 'Scientific Reports', identifica una nueva traza fósil (resto indirecto de la actividad animal, como huellas de dinosaurios, excrementos fosilizados, nidos de insectos o madrigueras) de esos misteriosos animales en sedimentos marinos del noreste de Taiwán durante datados durante la Edad Miocena, esto es, hace entre 23 y 5,3 millones de años.

Estos organismos, parecidos al actual gusano Bobbit ('Euniceaphroditois'), tenían aproximadamente dos metros de largo y tres centímetros de diámetro, y vivían en madrigueras. Pudieron haber colonizado el lecho marino del continente euroasiático hace unos 20 millones de años, según los investigadores.

El hallazgo se basa en la reconstrucción de madrigueras gigantes observadas en sedimentos marinos de la la Edad Miocena en el noreste de Taiwán.

Olmo Míguez Salas, investigador del Departamento de Estratigrafía y Paleontología de la Universidad de Granada, participó en este estudio, llevado a cabo en el marco de un proyecto financiado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología de Taiwan.

Los investigadores reconstruyeron esa nueva traza fósil, a la que han bautizado como 'Pennichnusformosae'. Consiste en una madriguera en forma de L, de aproximadamente dos metros de largo y dos o tres centímetros de diámetro, por lo que el tamaño del organismo generador de esta traza debió ser análogo al de la madriguera. Esta morfología sugiere que las madrigueras probablemente estaban habitadas por gusanos marinos gigantes.

Los gusanos Bobbit se esconden en madrigueras largas y estrechas dentro del lecho marino, y se impulsan hacia arriba para agarrar presas con sus fuertes mandíbulas.

Los autores sugieren que, tras capturar a su presa y retraerse su madriguera para digerirla, se causaron distintas estructuras de colapso conservadas en 'Pennichnusformosae', que son indicativas de la alteración del sedimento que rodea la madriguera.

El análisis detallado reveló una alta concentración de hierro hacia la sección superior de la madriguera, lo que puede, a juicio de los investigadores, indicar que el gusano reconstruyó su madriguera secretando ‘mucus’ para fortalecer la pared, ya que las bacterias que se alimentan del 'mucus' crean ambientes ricos en hierro.

Aunque los gusanos marinos han existido desde principios del Paleozoico, sus cuerpos se componen principalmente de tejido blando y, por lo tanto, rara vez se conservan. Se cree que la traza fósil descubierta en el estudio es la primera conocida de un depredador de emboscada, es decir, que espera quieto a su presa.

(SERVIMEDIA)
21 Ene 2021
MGR/gja