El líder del PSOE realizó una defensa de los valores socialistas en su intervención en el Comité Federal telemático que realizaron desde Barcelona.

Subrayó que los del PSOE “somos la izquierda” –mismo lema que le aupó hace cuatro años a recuperar la Secretaría General del PSOE- y afirmó que en el partido apuestan “por el reconocimiento de los otros” y por “la democracia representativa, por el parlamentarismo, por la deliberación, por la suma y los acuerdos” porque “hace más de un siglo que comprendimos que la barricada no es un camino”.

En esta línea, Sánchez ensalzó que el PSOE “tiene una idea bastante clara de su identidad” y que “a lo largo” de los casi 142 años de historia –cifra que repitió en varios momentos- han “sido capaces de traducir esos ideales en políticas reales, sustantivas” y nada “nos desanima cuando la realidad no es como soñamos, no nos vamos, trabajamos y seguimos. somos gente determinada”.

“Por eso, somos la izquierda que nunca abandona el camino de la política y la persuasión, por muy lento y difícil que sea ese camino, para transitar otros caminos que nunca llevan al paraíso prometido”, subrayó Sánchez.

SOMOS LA IZQUIERDA

Adujo que el PSOE es “la izquierda que insiste y persiste en los sueños sin dejar de avanzar en la realidad”, para después aseverar que ellos no se rinden “cuando las cosas no son exactamente como soñamos”.

Sánchez definió el paraíso como la sanidad pública para todos y tener la casa caliente en invierno. “Son paraísos posibles, lo sabemos, y también sabemos que nadie los regala, que se pagan con impuestos, no con los impuestos de unos pocos, sino con los de muchos, con los de todos”.

Porque, explicó, “la riqueza no cae del cielo, es producto del esfuerzo y el trabajo y antes de distribuirse debe generarse y, por eso, sabemos que las cuentas deben cuadrar, que junto a cada gasto debe contar un ingreso”.

Por ello, defendió que “los recursos públicos deben ser administrados con rigor y equidad, y eso se hace con leyes. Y los presupuestos y las leyes se consiguen con mayorías parlamentarias, que son más complejas cuanto más numerosas, que son siempre difíciles de alcanzar, siempre costosas”.

EXILIO

Estas palabras se suman a las que pronunció al inicio de su intervención, en la que el presidente reivindicó la historia del exilio española en los años de la guerra civil y la dictadura franquista y sostuvo que la “deuda” con ellos debe partir por “defender la Constitución”.

De esta manera, arrancó su intervención en el Comité Federal celebrado de forma telemática desde Barcelona, lo que recuerda a las palabras del vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, cuando comparó el exilio republicano por el franquismo y la huida del expresidente de la Generalitat de Cataluña Carles Puigdemont.
Sánchez afirmó que por uno de los caminos hacia Francia que abrió el exilio salieron “a pie” el presidente de la República, Manuel Azaña; el presidente del Gobierno, Juan Negrín; el presidente de la Generalitat, Lluís Companys; y el lehendakari, José Antonio Aguirre.
“El ejemplo de tantas mujeres y hombres que lo dieron todo, incluso su vida, por la libertad es el cimiento sobre el que está construida nuestra democracia. El sacrificio del exilio y de la resistencia de ayer son la base de nuestra democracia de hoy, una de las 20 democracias plenas del mundo”, presumió.
Por todo ello, reclamó, “tenemos una deuda con aquellas gentes” que “implica, desde luego, honrar su memoria, mantener viva la llama de su recuerdo”. “Sobre todo, agregó, implica cumplir y defender el Estado de derecho y las leyes democráticas. Es decir, defender la Constitución”, remachó.