Madrid. Gallardón asegura que sólo quiere proteger a los indigentes

- Dice que la norma que propone no tiene nada que ver con la Ley de Vagos y Maleantes

MADRID
SERVIMEDIA

El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, se reafirmó este jueves en su petición de una ley estatal que permita a los ayuntamientos quitar de las calles a los mendigos para llevarles a los albergues, y aseguró que esta ley no tiene "absolutamente nada que ver" con la Ley de Vagos y Maleantes, ya que lo que se pretende es "proteger a los indigentes, a veces frente a la indiferencia de la sociedad".

En rueda de prensa, Gallardón respondió a las críticas de socialistas comparando su propuesta con la Ley de Vagos y Maleantes del franquismo, recordándoles que "no es una ley franquista, es socialista", ya que dijo que, "si yo no recuerdo mal", fue aprobada en agosto de 1933 cuando Azaña era presidente del Gobierno y gobernaba en coalición con el PSOE.

"Cuando alguien dijo ayer que la Ley de Vagos y Maleantes era una ley franquista, no sé si quería decir que la propuesta socialista se identificaba con el franquismo, o sencillamente que no estaba muy puesto en la historia legislativa de nuestro país", manifestó con ironía.

Además, Gallardón dejó claro que la ley que él reclama "no tiene absolutamente nada que ver" e incluso "entra en contradicción" con la Ley de Vagos y Maleantes, ya que esta última intentaba proteger a la sociedad frente a los vagabundos y "nosotros lo que pretendemos es lo contrario, proteger a los indigentes, y a veces protegerles también frente a la indiferencia de la sociedad".

A juicio de Gallardón, "cuando hay un problema en la vida, se pueden adoptar distintas actitudes: eludirlo, ignorarlo o abordarlo", y él prefiere esto último y no tener "una mirada indiferente" hacia las 500-600 personas que diariamente duermen en las calles de la capital.

El regidor insistió en que "no es un problema de convivencia ni de estética", sino que la prioridad es "la dignidad de esas personas, su salud y su atención". Señaló que la realidad es que, pese a que hay plazas en los albergues municipales, esas personas duermen en la calle; y dijo que, frente a ello, se puede permanecer "indiferente", pero que él no opina eso.

Gallardón cree que se puede alegar su derecho individual a permanecer en la calle, pero dejó claro que su opinión es que las administraciones públicas "tenemos que hacer todo lo que esté en nuestra mano y encontrar los instrumentos necesarios para que esas 500 personas cada noche duerman en un centro del Ayuntamiento" donde tengan "garantizada su dignidad" y atención.

"Creo que esa es la obligación de una sociedad moderna y que se llama a sí misma solidaria", afirmó el alcalde, quien explicó que la razón por la que estas personas no van a los albergues es porque una gran parte, el 40%, tienen problemas mentales y adicciones graves. Rechazó que las normas o exigencias en los albergues sean muy rígidas para estas personas.

CRUZARNOS DE BRAZOS

A su juicio, "el debate es si tienen plena disposición de su voluntad" y esa negativa a tener techo, comida e higiene, y atención sanitaria si la precisan, "tenemos que respetarla y cruzarnos de brazos" o, por el contrario, los ayuntamientos tienen que pedir instrumentos para poder dar asistencia a esas personas.

"Es un debate en el que respeto cualquier postura, y al final se hará lo que decida la mayoría del Parlamento; pero yo como alcalde no tendría la conciencia tranquila si al menos no solicitase un instrumento para que esas 500 personas en lugar de dormir en la calle duerman en un albergue municipal", aseguró.

Gallardón, que apuntó que el Ayuntamiento destina casi 15 millones de euros a la atención de las personas sin hogar, ha creado el Samur Social y cuenta con más de 1.300 plazas en 7 centros de atención, que suben hasta 1.800 en los meses de frío, rechazó de plano que se plantee en algún momento algún tipo de sanción a los vagabundos, porque "no son infractores, sino víctimas".

(SERVIMEDIA)
14 Abr 2011
NLV/lmb