En declaraciones a Servimedia, Carbonel defendió así el proyecto de ley que se tramita en el Parlamento gallego y que otorgaría dicha potestad a los colegios, pues “ya era hora” de que pudieran decidir.

“En ocasiones el mal uso del móvil está interfiriendo en el desarrollo de las clases”, con lo que “si un centro decide prohibirlo no lo veo mal”, afirmó Carbonel. "Entiendo que esta decisión se tomará entre el claustro de profesores y las asociaciones de padres, y que siempre se hará buscando el máximo interés del alumno”.

La futura Ley de Convivencia y Participación de la Comunidad Educativa gallega otorgaría además la condición de autoridad pública al profesorado y solo cuenta con el respaldo del PP.