Este ave cuenta únicamente con dos parejas reproductoras en la región, situadas en el sureste y en el Monte de El Pardo, y ha estado al borde de la extinción.

El director general de Medio Ambiente, Federico Ramos, participó en la suelta de los polluelos, que vivirán en libertad gracias a la técnica conocida como ‘hacking’, un sistema de origen cetrero basado en la filopatria, es decir, la fidelidad de estos animales al lugar de nacimiento y, por lo tanto, la tendencia a volver al mismo.

De esta forma, con la reintroducción de los ejemplares de águila perdicera realizada este martes, por su tendencia a regresar cerca de su nido, se asegura la permanencia de esta especie en la región.