1.500 MILLONES DE PERSONAS EN EL MUNDO NO TIENEN ACCESO AL AGUA POTABLE, SEGUN LA OMS

- Cinco millones mueren cada año por enfermedades transmitidas a través del agua

MADRID
SERVIMEDIA

Alrededor de 1.500 millones de personas en el mundo no tienen acceso al agua potable segura, bien sea porque escasea o porque está contaminada, y cinco millones mueren cada año por enfermedades transmitidas a través del agua, según los datos de la Organización undial de la Salud (OMS) recogidos por la ONG Intermón Oxfam.

Todo ello ocurre, explica Intermón, porque el agua es un bien escaso y valioso. De hecho, en el mundo el 97% del agua existente es salada y del 3% restante sólo el 0,26% es agua fresca a nuestro alcance, pues el 2,74 % del agua dulce se encuentra en los polos y glaciares.

El problema del agua va estrechamente asociado al calentamiento del planeta y al cambio climático. La contaminación, la deforestación por la tala incontrolada de las mpresas madereras o por la necesidad de combustible en los hogares pobres, y la erosión de los suelos provocan variaciones en la pluviosidad.

En el Amazonas, por ejemplo, la fuerte presión sobre la vegetación de la zona ha supuesto cambios en el régimen de lluvias, y sequías en zonas donde nunca se habían producido. Por el contrario, en Centroamérica se ha multiplicado el efecto devastador de los huracanes que afectan regularmente a la región. Otro factor que rompe este equilibrio es el crecimiento dela población.

26 PAISES SUFREN SEQUIA

La sequía persistente amenaza a mil millones de personas. Los expertos consideran que un país es deficitario en agua cuando el promedio de los recursos locales es menor de 1.000 metros cúbicos por persona al año. En esta situación se encuentran 26 países (con una población que supera los 230 millones de habitantes), de los cuales 11 pertenecen a Africa y nueve a Oriente Medio.

Las recomendaciones de la FAO se encaminan hacia un uso más racional del agua. "E imposible impedir la sequía pero sí es posible mitigar sus efectos", subraya. Recoger el agua de lluvia, ordenar todos los recursos hídricos de una región, introducir variedades de trigo o arroz de alto rendimiento y hacer un uso correcto de pesticidas y fertilizantes para evitar la contaminación de las aguas son algunas de las recomendaciones de este organismo de las Naciones Unidas.

También insiste en que los cultivos regados exclusivamente por la lluvia no son suficientes para hacer frente a la deanda de alimentos y, por ello, debe extenderse el regadío.

Según sus estimaciones, si los agricultores aplicasen técnicas avanzadas de aprovechamiento del agua se podría aumentar la superficie de regadío del planeta un 34% utilizando sólo el 12% más de agua. Esto repercutiría en un aumento del empleo en las zonas rurales, en mayores ingresos para los campesinos y frenaría la emigración hacia las grandes ciudades. La FAO condiciona esta nueva tecnología para fomentar el regadío y paliar el hambre. En ete sentido, advierte de que debe ser barata y fácil de aplicar y hombres y mujeres deben tener acceso a ella por igual.

INUNDACIONES, LA OTRA CARA DE LA MONEDA

En algunas regiones, esperan durante meses el fin de la sequía. En Seúl (Corea del Sur) tras mucho tiempo de sequía, en julio, llovió con tal intensidad que se produjeron inundaciones sin precedentes. Este es el reverso de la moneda, cuando el agua se desborda.

Tras inundaciones como éstas, o como las que vivieron en Mozambique y Madagasar en febrero y marzo del pasado año, aparecen la diarrea y el cólera, por la ingestión de aguas contaminadas, y la malaria y el dengue, por la proliferación de los mosquitos. Pero además, las personas se quedan sin hogares, los países sin carreteras, escuelas o centros de salud y los alimentos también escasean, puesto que se pierden las cosechas.

Es imposible predecir los estragos que va a causar una inundación, sin embargo, la Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de las Emergencias e Costa Rica, ofrece sus recomendaciones para mitigar el desastre: evitar vivir en zonas tradicionalmente inundables como las riberas de los ríos; reforestar los márgenes o construir muros de contención; limpiar las cuencas de los ríos, las alcantarillas, los desagües y las acequias o mantener reservas de agua potable, alimentos y ropa durante la época de las lluvias.

A todos estos problemas causados por escasez o exceso de agua se suma la contaminación, un problema cada vez más acuciante en los centrs urbanos y las zonas costeras por la contaminación con aguas fecales y los residuos industriales y también en las áreas rurales por el abuso de pesticidas y abonos. En 1986, la OMS aseguraba en un estudio que la insalubridad mataba cada día a 27.000 personas.

Como recuerda la FAO, el agua es un bien escaso y valioso, es preciso concienciar a todos para impedir su degradación. Recomienda realizar un consumo más responsable del agua y reciclar productos como el papel, lo que frenaría la explotación de rboles, concluye Intermón.

(SERVIMEDIA)
09 Feb 2002
SBA