Oncología

Algunos tratamientos del cáncer dejarán de ser curativos por efecto del Covid-19

MADRID
SERVIMEDIA

Algunos tratamientos del cáncer dejarán de ser curativos para ser paliativos, ya que durante la pandemia de la Covid-19 dejaron de diagnosticarse un 21% de nuevos casos, según advirtieron desde la Clínica universidad de Navarra en su sede de Pamplona.

Según informó este martes el codirector del departamento de Oncología Médica de este centro hospitalario, el doctor Ignacio Gil Bazo, “un tumor que avanza sin tratamiento reduce la ventana de oportunidad, limita la finalidad del propio tratamiento, ya que puede pasar de ser curativo a paliativo, y afecta negativamente a la calidad de vida posterior del paciente”.

A la luz de los últimos estudios de varias instituciones, como la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) o la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), en los que se muestra un descenso del 21% en el diagnóstico de nuevos casos entre marzo y junio de 2020 por efecto de la pandemia, los co-directores de Oncología Médica de la Clínica Universidad de Navarra reflexionaron sobre el impacto que conlleva este retraso en el diagnóstico en los pacientes oncológicos con motivo de la celebración este jueves, 4 de febrero, del Día Mundial del Cáncer,

En este sentido, el codirector del departamento de Oncología Médica en la sede de Madrid, el doctor Antonio González, destacó que “todo tumor nace en un órgano concreto de forma aislada y, si no se trata, va avanzando. No es lo mismo que el paciente comience con síntomas y busque ayuda en marzo a que lo haga tres meses después”.

En plena tercera ola, ambos especialistas explicaron que habrá que esperar para conocer cuáles serán las consecuencias globales, después de un año marcado por la pandemia: “El descenso del 21% de nuevos diagnósticos está acotado a marzo-junio de 2020, necesitaremos nuevos estudios para saber cuál ha sido el impacto real, pero es razonable pensar que para cuando termine la tercera ola estaremos en torno al 30%”, explicó el doctor Gil Bazo.

TERCERA OLA

El especialista añadió que “de marzo a junio, todo se paró. Pero en los siguientes meses, muchas personas seguían teniendo miedo y han evitado salir de sus casas y acudir a los hospitales. No solo en el caso de tener algún síntoma o cambio en el cuerpo, sino que han dejado de realizar los cribados de tumores tan prevalentes como el cáncer de mama, colon o pulmón. Y los efectos de ese retraso los conoceremos en el futuro”.

Posponer el diagnóstico no influye solo en las tasas de curación de una enfermedad tan prevalente como el cáncer (cada año se diagnostican en España en torno a 275.000 nuevos casos y la incidencia continúa aumentado), sino también en aquellos pacientes que pese a no tener un tratamiento curativo sí pueden frenar o cronificar el desarrollo del tumor.

“Durante el confinamiento, muchos pacientes vinieron a la Clínica tras tener síntomas durante varias semanas y sin haber podido ni completar las pruebas diagnósticas ni comenzar el tratamiento. De esta manera, tuvimos que acelerar las pruebas y la obtención de los resultados y así poder recuperar el tiempo perdido”, apuntó el doctor Gil Bazo.

Por su parte, el doctor González señaló que ante esta situación, se han tenido que adaptar los procesos para seguir atendiendo a los pacientes oncológicos que estaban en proceso de diagnóstico, tratamiento y seguimiento. “Hemos accedido a tecnologías como la telemedicina de forma acelerada y hemos diseñado circuitos y protocolos para proteger a los pacientes y seguir en la lucha contra el cáncer, a pesar de la Covid-19”.

TELEMEDICINA

Con el objetivo de proteger a los pacientes y a los profesionales, se han activado procesos para reducir las visitas al hospital y establecer circuitos seguros. Para ello, se aceleró la puesta en marcha de la telemedicina, con dos vertientes: consulta telefónica o videoconsulta, según los casos, para los pacientes, y sesiones clínicas multidisciplinares por videoconferencia. La atención en remoto permitió, además el establecimiento de turnos de teletrabajo, minimizando los riesgos y garantizando la continuidad asistencial, en el caso de que otros profesionales dieran positivo.

Las consecuencias de la pandemia no están afectando únicamente a la atención actual del cáncer, sino que el futuro de la oncología también puede verse comprometido. Los avances en los últimos años han cambiado la forma de diagnosticar, con más programas de detección precoz, y conseguido una mejora y desarrollo de nuevas modalidades de tratamiento con mayores opciones curativas y menor toxicidad.

“Un progreso en el que la investigación ha sido, y sigue siendo, una pieza imprescindible. No obstante, el confinamiento, la situación económica y los recursos destinados a la investigación sobre la Covid-19 ha repercutido en la labor investigadora de muchos centros”, destacó el doctor González.

(SERVIMEDIA)
02 Feb 2021
ABG/gja