Salud

El profesor de óptica de la CEU San Pablo Juan Gros recomienda ajustar la mascarilla para evitar molestias oculares

MADRID
SERVIMEDIA

El profesor del Grado en Óptica y Optometría de la Universidad CEU San Pablo Juan Gros Otero recomienda ajustar bien la mascarilla para evitar molestias oculares. Señala que las más frecuentes son la sensación de sequedad, la sensación de lagrimeo, el empañamiento de las gafas y los traumatismos oculares accidentales.

Las tres primeras, subraya, están originadas por la modificación de la salida y entrada habituales del aire que se respira y un ajuste deficiente de la mascarilla a la cara.

"El objetivo de la mascarilla no es otro que filtrar el aire que entra y sale de nuestros pulmones para evitar la diseminación del virus; si no tenemos la mascarilla bien ajustada, el aire se escapa por las zonas mal ajustadas, de manera que sale sin filtrar y, además, nos genera incomodidad", apunta el doctor Gros.

Por lo tanto, la primera medida para mejorar estas molestias pasa por ajustar de forma firme la mascarilla a la cara a través de las gomas de ajuste a la cabeza u orejas y las bandas semirrígidas ajustables que se apoyan en la nariz. Con esta maniobra, mejoraremos notablemente las molestias oculares asociadas al uso de la mascarilla.

El profesor de la CEU USP recuerda que la superficie del ojo está bañada en lágrima, un líquido que tiene una composición muy específica, y que puede verse alterado por distintas circunstancias, como por ejemplo una corriente continua de aire sobre el ojo que se genera al tener mal ajustada la mascarilla a la nariz. Este aire va a generar que parte del componente acuoso se evapore más rápido de lo habitual, por lo que la composición de la lágrima se ve alterada y pierde parcialmente su función.

El doctor Gros indica que este cambio se podrá notar por una mayor sensación de sequedad, producida porque la lágrima ve alterada su composición, y una sensación de lagrimeo, porque el ojo, ante la mayor evaporación de la lágrima se “defiende” segregando más lágrima, pero de peor calidad.

Para mitigar las molestias, el oftalmólogo subraya que lo más importante es mejorar el ajuste de la mascarilla a la cara y tratar de mejorar la calidad de la lágrima a través del uso de lágrimas artificiales. "Los pacientes diagnosticados previamente de enfermedad de ojo seco o en tratamiento crónico con medicación en gotas (por ejemplo, pacientes con glaucoma), pueden desarrollar molestias de mayor entidad", explica.

"Es recomendable que los pacientes consulten con su oftalmólogo habitual antes de realizar modificaciones en su tratamiento por su cuenta", agrega.

(SERVIMEDIA)
02 Feb 2021
AHP/gja