Villarejo se querelló contra Iglesias en octubre del pasado año con el argumento de que el 'número dos' del Gobierno y líder de Podemos, le había acusado de estar detrás del robo del móvil de la exasesora de la formación Dina Bousselham. Ella también corroboró esa acusación.

Iglesias entendía que el robo del celular, investigado en el llamado `caso Dina´, fue planeado y ejecutado por agentes vinculados a las cloacas del Estado cuando él era eurodiputado y Bousselham su asesora. El objetivo habría sido, según sus sospechas, rastrear posibles irregularidades o datos comprometedores que pudieran perjudicar el ascenso de Podemos, tras el éxito de la formación en las elecciones europeas.

En su querella, Villarejo aseguraba que ambos le atribuían "hechos inciertos con conocimiento de su falsedad y con temerario desprecio hacia la verdad". Sin embargo, el Tribunal Supremo entiende que ninguno de los hechos denunciados son constitutivos de delito.