Crimen organizado
Cae una banda de ladrones que secuestraba y torturaba a sus víctimas para conseguir el botín
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La Guardia Civil ha desarticulado un peligroso grupo criminal, asentado en las provincias de Madrid y Toledo, que se dedicaba a perpetrar robos con gran violencia, de forma que secuestraba y torturaba a sus víctimas para que entregasen dinero, joyas o diesen acceso al lugar donde guardaban objetos de valor.
Según informó este jueves el Instituto Armado, en la ‘operación Río Lobos’ han sido detenidas seis personas, a las que se han intervenido dos armas cortas de fuego y una escopeta con los cañones recortados, todas ellas aptas para hacer fuego real, así como abundante munición.
A los arrestados también se les ha intervenido pistolas eléctricas, armas blancas, grilletes y gran cantidad de prensas que simulaban ser uniformes policiales, que la banda usaba para hacerse pasar por agentes y asaltar a sus víctimas.
La actividad delictiva de este grupo delincuencial se centraba, principalmente, en la sustracción de efectos, sobre joyas y dinero, mediante el empleo de una violencia extrema. Las víctimas eran previamente detenidas ilegalmente y torturadas con el fin de conseguir la información necesaria si no lograban sus objetivos inicialmente.
ASALTO A UNA EMPRESA TECNOLÓGICA
La investigación sobre esta red criminal se inició en Segovia, al denunciar un matrimonio de ciudadanos españoles que habían sido asaltados por unos individuos vestidos de miembros de las Fuerzas de Seguridad, quienes los llevaron luego a un lugar para torturarles. Pretendían así que revelaran donde tenían escondidas las joyas y el dinero en su domicilio, así como las claves de los sistemas de alarma y posibles cajas de seguridad.
Las pesquisas realizadas a partir de entonces por la Benemérita permitieron constatar la existencia de un grupo perfectamente organizado y cohesionado para la perpetración de delitos graves. Los delincuentes tenían repartidas funciones como selección de lugares y víctimas, medios de transporte a emplear, vigilancias sobre posibles objetivos y valoración del posible beneficio económico a obtener.
Durante la investigación se averiguó que el grupo desarticulado tenía previsto, en un breve espacio de tiempo, llevar a cabo un robo de gran envergadura en una empresa del sector de las tecnologías, en el que se harían con un botín estimado de más de catorce millones de euros, siempre según la previsión de sus integrantes.
Esta actuación, en la tenían perfectamente planificado y organizado el secuestro del vigilante de seguridad de la citada empresa, fue abortada por los propios autores por las restricciones de movilidad derivadas de la alerta sanitaria del Covid-19.
(SERVIMEDIA)
04 Feb 2021
NBC