Así lo precisó en un comunicado en el que consideró “importante tenerlo en cuenta”, puesto que durante los próximos meses convivirán aparatos similares con distinto tipo de etiqueta y valores “no comparables”.

OCU puntualizó que desde hoy los consumidores empezarán a encontrar en los nuevos modelos de frigoríficos, lavadoras, lavavajillas, pantallas y monitores que se comercialicen en la UE una nueva etiqueta diseñada para promover aparatos más eficientes.

Tras aseverar que la “continua mejora” de la eficiencia de los electrodomésticos ha dejado “anticuadas” las clases energéticas introducidas en 2010, la organización de consumidores subrayó que la nueva etiqueta energética es visualmente muy parecida a la actual. Incluye un código de colores con letras que identifica el grado de eficiencia, de la A (máxima eficiencia) a la G (mínima eficiencia), pero desaparecen las categorías A+, A++ y A+++.

A su vez, hizo hincapié en que el nuevo método de cálculo para asignar las nuevas identificaciones “cambia y es más exigente, dejando de tener correspondencia con el antiguo”.

Así, estimó “probable” que “muy pocos” aparatos consigan ahora una A (máxima eficiencia) al entender que la actualización pretende “incentivar” a los fabricantes a continuar desarrollando aparatos cada vez más eficientes.