De este modo, se hace recaer la culpa sobre quien sufre este tipo de violencia y se ignora la responsabilidad de la persona que la está ejerciendo.

La investigación fue realizada durante 2020, y en ella se encuestó a 1.500 jóvenes y adolescentes de entre 15 y 25 años de toda España para comprender los comportamientos sociales vinculados a las violencias machistas.

Según sus resultados, el 'sexting' ha aumentado durante el confinamiento, y todavía se culpa a las chicas de que estos contenidos se viralicen sin su consentimiento. Al mismo tiempo, se considera normal que los chicos se comporten de esta manera.

Otros datos preocupantes tienen que ver con que uno de cada 10 varones considere que si una chica “consume mucho alcohol, se arriesga a tener relaciones sexuales aunque esté inconsciente”. Del mismo modo, el 8,9% de los chicos piensa que si una mujer “se viste de manera provocativa y anda sola por la calle a altas horas de la noche, se está exponiendo a que le pase algo”.

El 58,6% de los encuestados niega que los varones intenten evitar el preservativo en las relaciones sexuales, idea que sí defiende el 23,2%. A medida que aumentan en edad, más personas de la muestra se decantan por esta creencia. Son un 16% en la franja de 15 a 18 años, 23% en la de 19 a 22 años y el 24,5% en la de 23 a 25 años.

EL AMOR DUELE

En general, adolescentes y jóvenes cuestionan los mitos del amor romántico, uno de los grandes pilares donde se reproducen comportamientos que legitiman violencias machistas. Sin embargo, este rechazo es más evidente entre las personas con identidades no normativas y en las chicas que en los chicos, apunta el estudio.

De acuerdo con las encuestas, dos de cada 10 chicos piensan que “el amor duele”, y 1 de cada 10 cree que la capacidad de dominar hace a un hombre más atractivo. Además, dos de cada 10 chicos y una de cada 10 chicas afirman que los hombres tienen mayor deseo sexual que las mujeres.

Ante esta situación, el informe advierte de que es imprescindible una educación sexoafectiva feminista, transversal y con perspectiva de derechos que aborde aspectos como la comunicación en las relaciones sexuales y la gestión emocional.

También señala que las campañas de prevención y sensibilización de las violencias machistas han de generar mensajes positivos y deben promover “masculinidades diversas y críticas” entre los chicos.