Así lo solicitó en una rueda de prensa en la que lamentó que en los últimos días se haya puesto fin a una “prometedora disminución” de casos durante seis semanas y que más de la mitad del continente haya experimentado un número “creciente” de nuevas infecciones.

Tras denunciar la “tensión” en la que aún se encuentran los hospitales, puntualizó que un año después del inicio de la pandemia los sistemas de salud “no deberían estar en esta situación” e hizo un llamamiento a mantener las medidas básicas para frenar las “altas” tasas de transmisión y la “rápida” propagación de “variantes preocupantes”.

Así, entre otras alternativas, emplazó a establecer una mayor vigilancia sobre las variantes que representan una “mayor amenaza” de transmisibilidad o gravedad así como a mejorar la prevención y el control de otras enfermedades y volver a involucrar a las comunidades, contrarrestando la “fatiga pandémica” y “acelerando” el despliegue de la vacunación.

Con respecto a las nuevas variantes, recordó que la inicialmente identificada en Reino Unido se ha detectado en 43 de 53 países de la región, la identificada en Sudáfrica, en 26, y la de Brasil / Japón, en 15. “La vacunación ya está salvando vidas, y las hospitalizaciones y las muertes en la mayoría de los grupos de riesgo disminuyen significativamente, pero vacunar a todos los grupos de población llevará tiempo”, incidió, para insistir en que un total de 45 países han iniciado la vacunación en la región y que casi el 2% de la población en 40 países y el 24,5% de los trabajadores de la salud en 20 países han recibido su vacunación completa contra la Covid-19.

MUJER

En otro orden de cosas, coincidiendo con la conmemoración, el próximo lunes, del Día Internacional de la Mujer, Kluge aprovechó para advertir de que la pandemia ha “agravado” las desigualdades “estructurales” de género subyacentes, convencido de que las emergencias tienen un efecto “desproporcionado” en la salud de este colectivo.

El director regional de la OMS para Europa hizo hincapié en que más de siete de cada 10 trabajadores de servicios de salud en todo el mundo son mujeres y en que en esta región el 84% de las enfermeras y el 53% de los médicos son féminas.

Para disminuir el “severo” impacto socioeconómico de la pandemia en las mujeres, consideró urgente abordar la brecha salarial y mejorar sus condiciones laborales, consciente de que la mujer ocupa trabajos de menor categoría y puestos peor remunerados en el ámbito sanitario. Asimismo, urgió a asegurar que la mujer participe cada vez más en la toma de decisiones sobre la prevención y el control de la Covid-19, dado que constituyen el 70% de la fuerza laboral en materia sanitaria pero ocupan solo el 25% de los puestos superiores.

Finalmente, reclamó mayor apoyo social, prevención, detección temprana y tratamiento para mujeres en riesgo de violencia doméstica y el abordaje del impacto del virus en la salud mental además de la prevención del agotamiento de los trabajadores de la salud.