Así consta en el el Informe Anual 2008 Sobre el Racismo en el Estado español que elabora esta ONG, hecho público hoy en rueda de prensa.

Las denuncias recibidas fueron, principalmente, sobre casos de abuso de poder y agresiones verbales y físicas con motivación xenófoba. Para SOS Racismo, "se trata de una forma de racismo amparado por el secretismo y la impunidad y potenciado por el funcionamiento del sistema judicial y por la normativa de extranjería".

SOS Racismo recordó que el Consejo de Europa recomendó hace dos años que los cuerpos policiales se doten de un código ético de conducta dirigido a los agentes, así como de un órgano que regule su aplicación. De momento, ningún país de la Unión se ha activado para aplicar esta recomendación.

Asimismo, esta organización denunció que durante 2007 la extrema derecha "ha seguido muy activa y presente en gran parte" de España, mediante actuaciones públicas de los grupos de ultraderecha en diversas comunidades del Estado.

A juicio de SOS Racismo, "las concentraciones y reuniones de la ultraderecha que han tenido lugar en 2007, así como las numerosas actuaciones violentas de estos grupos han puesto de manifiesto una vez más su impunidad a la hora de actuar".

Según SOS Racismo, aunque el PSOE tiene un discurso "más progresista y más abierto" hacia el colectivo inmigrante, lo cierto es que, en la práctica, no se diferencia del PP.

Asimismo, pronosticó un endurecimiento de las políticas de extranjería, en consonancia con la directiva europea aprobada en 2007, que reglamenta un procedimiento común para la detención y expulsión de personas inmigrantes indocumentadas, de modo que éstas pueden ser arrestadas por un máximo de 18 meses.

Para esta organización, hay que acabar con la política de blindaje de fronteras y con la política de repatriación expulsión. También aboga por la derogación de la Ley de Extranjería y pide el cierre de los centros de internamiento.