Lo hizo en el acto institucional que organizó su departamento y en el que participó de forma presencial el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien destacó que "el machismo es desigualdad estructural" e instó a luchar contra los privilegios que tienen los hombres que "son un lastre que genera injusticia". También se refirió al 'caso Nevenka', la primera vez que una política denunció sufrir acoso laboral y reconoció que las mujeres siguen teniendo miedo a andar sola por las noches . "El mensaje es proteger y avanzar con nuevos derechos", para lograr un mundo libre de machismo, concluyó.

Bajo el lema ‘Por ser Mujeres. España Feminista’, en el acto organizado por Igualdad, se ha rendido homenaje a todas las mujeres que han estado en primera línea durante la pandemia. "Mujeres luchadoras" que no pueden pagar el coste de la pandemia, enfatizó Montero, "mujeres que no pueden seguir en la esquinas, mientras unas pocas rompen techos de cristal, pero las demás están en el suelo pegajoso, obligadas a recoger esos cristales".

Por ello, la titular de Igualdad instó a "seguir luchando" porque la "fuerza de las mujeres cuando nos juntamos" es fundamental para acabar con la violencia de género, la brecha salarial y la desigualdad.

También tuvo Montero palabras de recuerdo y reconocimiento para todas las mujeres que se juntaron para luchar por los derechos de las mujeres hace muchos años. "Antes que nosotras hubo mujeres como Clara Campoamor, Emilia Pardo Bazán, Concepción Arenal, Dolores Ibárruri, Federica Montseny o María Teresa León por las que hoy podemos celebrar este día".

En el acto hubo lecturas de textos feministas y también vídeos de mujeres que "han hecho posible que la vida siguiera durante la pandemia", como Carmen Cañada, psiquiatra, quien confesó que hubo momentos "en los que tuve la sensación de que no era capaz de aguantar tanto sufrimiento, de escuchar lo que me contaban los pacientes", o el de Alicia Moreno, profesora de instituto, preocupada por todos y cada uno de sus alumnos y por su futuro; el de María José Camacho, entro otras, mediadora social y muy preocupada por la falta de recursos digitales en el colectivo gitano. Ana Pizarro, una joven estudiante reconoció que "lo más duro ha sido no poder abrazar a mis amigos, no verles, no sentirles..."