Este compromiso fue verbalizado este miércoles por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya, durante la presentación de la Guía de la Política Exterior Feminista, un acto que tuvo lugar en el Palacio de La Moncloa y en el que también estuvieron presentes la ministra de Economía, Nadia Calviño; y la de Industria, Reyes Maroto; la cineasta Mabel Lozano; y la directora general de Google para España y Portugal, Fuencisla Clemares.

El jefe del Ejecutivo propugnó la importancia de que la diplomacia española tenga un rasgo distintivo feminista que se articule en torno a cinco principios: “aplicar un enfoque transformativo para cambiar profundamente las estructuras y las metodologías de trabajo en la cultura institucional”; “asumir desde el conjunto del Servicio Exterior un liderazgo comprometido con estos valores, asegurando la dirección de los recursos humanos, materiales y financieros disponibles”; “seguir el principio de apropiación, poniendo en marcha mecanismos de coordinación para fomentar la apropiación de la política exterior feminista por todo el Servicio Exterior”; “fomentar la participación inclusiva y reforzar las alianzas”; y “mantener el principio de interseccionalidad y diversidad”.

También adujo que España se apoyará en sus socios y aliados para impulsar una política exterior feminista que se ejecutará a partir de cinco líneas de acción: “mujeres, paz y seguridad”; “violencia contra las mujeres”; “derechos humanos de mujeres y niñas”; “la participación de las mujeres en espacios para la toma de decisiones”; y “justicia económica y empoderamiento de las mujeres”.

A ello se sumará el hecho de que España reforzará las políticas de igualdad de sus estructuras y promoverá las candidaturas y la presencia de mujeres en los organismos internacionales, lo que le dio pie para anunciar que el Gobierno se ha puesto como objetivo alcanzar un 25% de embajadoras al término de la presente legislatura, frente al 15% que había al inicio de la misma.

Por su parte, González Laya asumió el compromiso verbalizado por el presidente del Gobierno, si bien recordó que cuando hace un año su departamento comenzó a pergeñar una visión feminista de la política exterior española se encontró con muchos “escépticos”.

Esto le llevó a comentar que “la igualdad no es un evento, no es una fecha, no es un nombramiento, no es una partida presupuestaria, no es un color, no es un simple calificativo. La igualdad es la suma de esto y un poco más. Es, sobre todo, coherencia con políticas de compromiso para hacer realidad un mundo más justo con mujeres y hombres”.

Apuntó que el compromiso para elevar el número de embajadoras es “un pequeño paso adelante en un camino en el que queda mucho por hacer” y recordó que su departamento se ha comprometido a incluir la lucha contra la trata de mujeres en su política exterior.

Por último, la ministra también subrayó que “la diversidad en el feminismo es una riqueza en sí mismo. No hay un solo camino, no hay una sola receta”, sino “una clara determinación para impulsar políticas y cambios estructurales”.