En un principio, estaba previsto que las formas fueran consagradas y repartidas en unas tiendas de campaña, instaladas específicamente para eso. Sin embargo, la Policía decidió retirarlas ante el pronóstico de que habría viento.

Lombardi indicó que, pese a su disgusto inicial, ha acabado entendiendo que los agentes tenían "motivos objetivos" para modificar el programa preestablecido. De la Cierva, por su parte, pidió disculpas a todos los afectados.

Otro de los aspectos que no ha gustado al Vaticano es que muchos peregrinos no pudieran acceder al aeródromo. Yago de la Cierva también lamentó esta circunstancia: "nunca se puede decir que hay demasiada gente, pero sí es cierto que hubo peregrinos que, estando inscritos, no pudieron acceder al recinto", afirmó.

Pese a estos incidentes, ambos portavoces se declararon "satisfechos" con la organización, pues "lo esencial" ha sido cubierto de una manera "adecuada". En este sentido, agradecieron el "esfuerzo y el empeño" de todos los voluntarios, que "han hecho posible este gran evento".

En este sentido, reconocieron su labor durante la noche de la vigilia, en la que trabajaron duramente para despejar las vías y hacer posible que esta mañana el Papa pudiera hacer su recorrido en Papamóvil por el aeródromo de Cuatro Vientos.

Además, Lombardi quiso destacar que algunos de los problemas surgidos se han podido resolver gracias a la "intensa relación" entre los fieles y la Iglesia, algo que le ha emocionado: "Me ha gustado ver que, cuando se cerró el acceso a los confesionarios de El Retiro, muchos sacerdotes se fueron con los jóvenes a otras zonas del parque para seguir confesándoles. Es un testimonio maravilloso", concluyó.