Laboral

Cepyme critica el “trágala” para los empresarios en la negociación con el Gobierno y explica que se ha aceptado el “mal menor” sin dar "un cheque en blanco"

-Pide una reforma laboral “que quite su foco de lo ideológico”

MADRID
SERVIMEDIA

El presidente de la Confederación Española de la Pequeña y la Mediana Empresa (Cepyme), Gerardo Cuerva, criticó este martes que los empresarios se han visto “enfrentados a dos planteamientos perniciosos” en la negociación con el Gobierno y se ha aceptado “un mal menor” y lamentó que la posición ha sido de “trágala”, pero que “no era jamás un cheque en blanco al Ejecutivo”.

Así lo dijo Cuerva en su discurso ante los empresarios después de ser elegido presidente de Cepyme para los próximos cuatro años, continuando en el cargo que ocupaba de manera interina desde principios de 2019.

Cuerva se refirió a las negociaciones con el Gobierno para acusar al Ejecutivo de considerar al diálogo social “como una mera excusa para el próximo titular, para el próximo tuit” o “para la propaganda”.

El máximo responsable de Cepyme afirmó que “sometidos a una disyuntiva, enfrentados a dos planteamientos perniciosos para la empresa, hemos acabado —no sin un profundo, sano, debate interno en las organizaciones— por aceptar un mal menor”.

En esta línea, señaló que “era obvio que, desde nuestra parte de la mesa, y en una clara situación de trágala, el resultado de las negociaciones no era jamás un cheque en blanco al Ejecutivo, sino un intento de mantener a la empresa en el centro del tablero”, pero se preguntó si el Gobierno “nos citaba cada vez poco más que para participar en un juego de regateo”.

Desveló sus dudas sobre si la posición empresarial en la mesa estaba consiguiendo “convencer al Gobierno” de que apoye a la empresa y no legisle “contra ella” o de que con una normativa “más flexible” y una fiscalidad “menos confiscatoria” se generará empleo.

“Es obvio que una subida del Salario Mínimo Interprofesional del 5,5% es mejor que una del 10%”, afirmó Cuerva, quien acto seguido se preguntó si es eso “a lo máximo que podemos aspirar los interlocutores sociales” en el diálogo social.

Aseveró no estar dispuesto a “cargar a la empresa con decisiones que son objetivamente malas, sin lograr cambiar esa corriente que demoniza a los empresarios de este país”.

El nuevo presidente de Cepyme aseguró que actuará con “determinación” y que su objetivo es “hacer un nuevo camino para Cepyme” que permita “servir” a las empresas y al país, “lealmente de la mano de CEOE”.

Reclamó una rebaja de la presión fiscal de las compañías, reducir sus cotizaciones, una reforma laboral “que quite su foco de lo ideológico”, luchar contra la morosidad o simplificar la burocracia.

“Recelo de quienes miran a países del norte de Europa para cantar las bondades de sus modelos de bienestar social, ocultando que esos mismos países han hecho de la competitividad de sus empresas su máxima prioridad”, dijo, y agregó que “no hay país próspero que se haya construido orillando y despreciando a sus empresas”.

(SERVIMEDIA)
16 Mar 2021
MMR/gja