Así lo denunció este miércoles la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) a través de un comunicado en el que precisó que la cifra total multiplica por diez las intoxicaciones registradas en 2019 y que 368 de ellas se dieron en niños menores de dos años, por lo que pidió precaución al hacer uso de este producto.

Más del 84% de estas intoxicaciones accidentales se produjeron por vía oral, un 7% a través de los ojos, casi un 3%, por inhalación y más de un 2% por exposición cutánea. En la mayoría de los casos provocaron síntomas de carácter leve que revirtieron en poco tiempo y que abarcaron desde irritación del aparato digestivo, vómitos o diarrea, a tos, enrojecimiento ocular, lagrimeo o visión borrosa.

Ante estas cifras, OCU recomendó especialmente a los padres mantener los geles hidroalcohólicos lejos del alcance de los niños y estar “atentos” a los dispensadores comunitarios, colocados a menudo a la altura de los ojos de los menores, al entender que “no son raros” los casos de intoxicaciones en espacios públicos.

Junto a ello, insistió en que los geles son productos con un elevado porcentaje de alcohol que pueden terminar causando lesiones en pieles sensibles y recordó que las presentaciones en spray tienen un alcance más amplio, sobre todo si son muy líquidos, al tiempo que urgió a evitar cualquier contacto con los ojos, las mucosas y las zonas dañadas de la piel.

Asimismo, recomendó mantener estos productos siempre alejados de focos de calor, evitar fumar justo después de usarlos por el riesgo de quemaduras y guardarlos en un lugar bien ventilado y fresco, donde no se produzcan cambios de temperatura "importantes".