“Señoras y señores accionistas, me esforzaré en ganar su confianza”, manifestó el ejecutivo que fundó ING Direct España y fue su consejero delegado en una breve intervención donde quiso explicar el vuelco que ha promovido en la estructura de la entidad con su escisión en tres grandes áreas: banca de particulares, Red comercial y Banca de Empresas y Corporativa.

Se trata de la primera decisión de gran envergadura adoptada por el banquero, que expuso asumir “con gran ilusión”, “enorme orgullo” y compromiso el reto de dirigir el Sabadell en esta nueva etapa. “El gran equipo del banco y yo mismo vamos a concentrar nuestros mejores esfuerzos en aumentar la creación de valor para el accionista y en proyectar el banco hacia el futuro, generando un impacto positivo en los clientes, los miembros de la organización, la economía y la sociedad”, se comprometió.

En su primera intervención pública tras aceptar el reto y que ha querido dirigir a los dueños del Sabadell despejó las cábalas sobre una potencial venta del negocio de las filiales en México y la británica TSB, explicando que “no se contempla iniciar ningún proceso de venta en un futuro próximo, y seguirán con un foco claro en acelerar la senda de rentabilidad y aumentar su contribución financiera al Grupo”.

Sus primeras palabras fueron también de gratitud al presidente del banco, Josep Oliu, y al Consejo de Administración por la confianza depositada al confiarle las riendas de la entidad, y hacia su antecesor Jaime Guardiola por el “soporte” prestado desde su llegada “para conocer el banco y para asegurar una transición bien hecha y ordenada”.

Si bien admitió que el Sabadell, con 140 años de historia, es una entidad con una trayectoria de crecimiento “que ha sabido cultivar la relación con los clientes como ninguna otra entidad en España, especialmente entre las empresas, pymes y negocios”, defendió el vuelco dado al esqueleto de la entidad en España para mejorar su llegada a los clientes.

Busca, explicó, “alinear a todos los equipos del banco para incrementar, aún más, nuestro foco en los clientes, y mejorar nuestra capacidad de dar respuesta a sus necesidades”, a la vez que se dota de una estructura “más plana, que contribuye a promocionar el talento interno”.”

REESTRUCTURACIÓN DEL NEGOCIO

Se ha separado el negocio orgánicamente en España en tres negocios: Banca de Particulares, Banca de Empresas y Banca Corporativa, con planteamientos y estructura organizativa diferente, en función de las necesidades del cliente.

Al tiempo detalló que “se garantiza la tracción del negocio”, ya que la red comercial mantiene la unidad de mando al depender jerárquicamente de Banca de Empresas, “asegurando que no se pierde intensidad ni foco comercial en estos momentos de cambio, y sigue dando servicio a todos los clientes del banco, tanto empresas como particulares”.

La unidad de Particulares se organizará, en concreto, en tres grandes áreas de financiación, cuentas y seguros y soluciones de ahorro-inversión, junto a otra de Banca Privada, para garantizar que la oferta se adecúa a las necesidades de los usuarios “en un entorno que ha experimentado una profunda transformación y en el que la digitalización va a ser un elemento esencial”.

En Banca de España y Red la organización es segmentos, con áreas de negocios, autónomos y pymes, y una unidad de empresas. “Banco Sabadell ostenta una posición de liderazgo en el negocio de empresas en España, y nuestro objetivo es consolidar esta posición y aumentar nuestro volumen de negocio”, indicó.

Por último, en Banca Corporativa, apuntó que continúa estructurada en unidades de cliente, organizadas por sectores de actividad, para atender y gestionar la relación con las grandes corporaciones, con el foco en “mantener la rentabilidad siendo rigurosos en la gestión del capital asignado”.