Salud

El Hospital Gregorio Marañón se convierte en el centro que más trasplantes de medula ósea realiza en niños con hemoglobinopatías

MADRID
SERVIMEDIA

El Hospital Gregorio Marañón se ha convertido en el centro que más trasplantes de medula ósea realiza en niños con hemoglobinopatías, con 50 operaciones, tratando 46 anemias falciformes y 4 talasemias.

Este centro madrileño informó este martes de que acaba de dar de alta a Binta, una niña de 7 años que ha sido trasplantada de medula ósea por anemia falciforme. Con este trasplante, el Marañón alcanza los cincuenta casos desde que puso en marcha en 2010 el programa de trasplante de medula ósea para esta patología, con una tasa de curación y supervivencia que, en los últimos años, alcanza el 100%.

Las hemoglobinopatías son trastornos genéticos que afectan a la estructura o la producción de la molécula de hemoglobina. Se trata de anemias hereditarias que se detectan en las pruebas del talón que se realizan en España a todos los recién nacidos desde 2015, aunque la Comunidad de Madrid empezó ya en 2003.

"DONANTE PERFECTO"

Gracias a esta prueba se pueden diagnosticar este tipo de anemias hereditarias graves, cuya única curación posible hasta el momento es el trasplante de medula ósea, aunque se están ensayando otros métodos como la terapia génica.

“El donante perfecto para estos casos es un hermano sano que tenga los mismos genes de HLA que el paciente, es decir, que sea compatible. El HLA es un tipo de antígenos presente en las células del organismo y sirve para que el trasplante no sea rechazado por el paciente, pero menos de un 20% de los niños con esta patología tienen este donante adecuado", explicó Elena Cela, oncohemátologa infantil del Gregorio Marañón.

La anemia se produce porque la médula del paciente fabrica un tipo de glóbulos rojos con una hemoglobina anómala que los rompe. Los glóbulos rojos adquieren una forma de hoz que provoca una obstrucción al normal flujo de la sangre a los órganos, que dejan de recibir así el oxígeno necesario. Esto provoca múltiples complicaciones agudas y crónicas en el niño que pueden cursar con crisis de dolor en los huesos o incluso ictus si el aporte de oxigeno no llega al cerebro, que es la complicación más devastadora.

Para el trasplante de médula se administra durante una semana quimioterapia, que destruye la médula enferma. Después se extrae la médula ósea del donante sano por medio de punciones en las caderas bajo anestesia general y luego se infunde esta médula sana en el paciente. Al cabo de unas pocas semanas, la médula del hermano donante "prende" en el paciente y empieza a producir glóbulos rojos con hemoglobina normal, quedando curada la enfermedad.

"También es aconsejable que el trasplante de médula se haga lo antes posible, aunque no antes de los dos años, para que la enfermedad no haya afectado a otros órganos y los resultados sean mejores", explicó Elena Cela.

(SERVIMEDIA)
30 Mar 2021
SAM/nbc