Medio ambiente

Greenpeace protesta por primera vez en alta mar contra la minería submarina

MADRID
SERVIMEDIA

Activistas a bordo del barco Rainbow Warrior de Greenpeace han realizado la primera acción de esta organización en alta mar contra una empresa dedicada a la minería submarina en el océano Pacífico.

Los activistas desplegaron una pancarta con el mensaje ‘Stop Deep sea mining’ (‘Stop a la minería marina de profundidad’) frente a un barco fletado por DeepGreen, empresa que encabeza la minería submarina sobre ecosistemas apenas conocidos. La acción tuvo lugar en la zona de Clarion Clipperton, en el Pacífico central oriental, según informó este martes Greenpeace.

Paralelamente, Greenpeace llevó a cabo una segunda protesta pacífica en el puerto de San Diego (Estados Unidos), donde varios activistas desplegaron una pancarta con el mismo mensaje y dirigida al barco fletado por otra empresa líder en minería de aguas profundas: Global Sea Mineral Resources (GSR), de Bélgica.

Ese barco lleva un robot de minería pre-prototipo para realizar test de pruebas este mes de abril a profundidades de más de 4.000 metros en el fondo marino de las aguas internacionales del océano Pacífico.

Con ambas protestas, Greenpeace señala los riesgos de esta incipiente industria extractiva que avanza rápidamente en sus actividades de exploración y desarrolla tecnologías en aguas profundas para hacerla viable comercialmente.

El fondo marino es uno de los ecosistemas menos comprendidos y menos explorados de la Tierra, alberga una importante biodiversidad y también actúa como sumidero de carbono, según Greenpeace.

“Ya se están sumergiendo máquinas que pesan más que una ballena jorobada (unos 30.000 kilos) para realizar pruebas en el fondo del océano Pacífico. La comunidad científica ha advertido repetidamente que la minería en aguas profundas tendrá consecuencias terribles para los ecosistemas oceánicos que apenas entendemos”, declaró Pilar Marcos, bióloga marina y responsable de la campaña de Océanos de Greenpeace.

Marcos añadió al respecto: “Con el empeoramiento de las crisis climática y de biodiversidad a las que nos enfrentamos, la minería submarina es una amenaza escandalosa para la salud de nuestros océanos. El fondo marino debe permanecer fuera de los límites de la minería”.

La semana pasada, empresas como BMW, Volvo, Google y Samsung se comprometieron a excluir el uso de minerales extraídos del océano en un golpe para este emergente negocio.

La industria de la minería submarina está dominada por un puñado de empresas con sede en el hemisferio norte. El año pasado, una investigación de Greenpeace reveló que, a través de subsidiarias, subcontratistas y asociaciones, tres corporaciones (DeepGreen, GSR y Lockheed Martin) han tomado el control de los contratos de minería en aguas profundas que cubren medio millón de kilómetros cuadrados del lecho marino internacional en el Pacífico.

Mientras tanto, los escasos Estados insulares en vías de desarrollo que patrocinan estos contratos de exploración están expuestos a pasivos financieros que se suman a los impactos de la sobrepesca, la contaminación y la emergencia climática.

“Los Gobiernos deben acordar un Tratado Global de los Océanos en 2021 que ponga la conservación en el centro de la gobernanza internacional en lugar de la explotación de los recursos. Cuanto más perturbamos el lecho marino, más nos ponemos en riesgo, especialmente a las comunidades de las islas del Pacífico que dependen de océanos sanos”, concluyó Marcos.

(SERVIMEDIA)
06 Abr 2021
MGR/clc