Lo hizo en un acto preelectoral con profesionales sanitarios en el que rehuyó cualquier planteamiento partidista o lema de campaña más allá del enfoque que repite día tras día: que “no puede seguir ocurriendo que una minoría decida por una mayoría”.

En ese sentido, pidió a los madrileños que necesitan la sanidad pública “que no se queden en casa” el 4 de mayo, porque sin protección de lo público para mucha gente “no es posible que haya libertad” como la que pretende abanderar, según dijo, la presidenta de la Comunidad y candidata del PP a la reelección, Isabel Díaz Ayuso.

Iglesias expuso sus propuestas sanitarias. Por ejemplo, argumentó que estos sectores de la atención médica que pasarían a quedar cubiertos por la sanidad madrileña tienen la misma importancia que los que ya vienen incluidos dentro de la cobertura pública.

A nivel presupuestario, Unidas Podemos se propone aumentar la financiación de la sanidad pública en 1.000 millones de euros anuales, con los que se contrataría a 10.000 nuevos efectivos y se mejoraría las condiciones laborales de los profesionales sanitarios para que no tengan que emigrar.

En este sentido, Iglesias tachó de “absurdo” que se formen sanitarios con el coste que ello conlleva para que luego se marchen, mucho más en Madrid, que es la cuarta economía de la zona euro. Además, se haría contrato estable a todos los profesionales que llevan años como temporales.

Del total de la inversión en estos cuatro años, el 25% del total se dedicaría a la atención primaria, y además se triplicaría el número de profesionales de psiquiatría, psicología, enfermería y trabajo social en esta área en ese mismo plazo de tiempo. También se acometería una reversión de las externalizaciones que situaría a la Comunidad en la media estatal, que Iglesias justificó por una cuestión de “eficacia”.