Así lo reclamó en un comunicado en el que subrayó que la Junta de Castilla y León ya ha paralizado la distribución de estas mascarillas FFP2 tras la reclamación de la central sindical después de detectarse su utilización en centros de salud y hospitales de varias provincias y a pesar de que, hasta el momento, no se ha detectado ningún efecto adverso relacionado con su utilización.

CSIF se hizo eco de una circular emitida por Castilla y León y según la cual la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios está evaluando una alerta procedente de Canadá, donde se ha ordenado el cese de la distribución de unas mascarillas de la marca Shenquan con este componente y que han sido distribuidas también en España.

CSIF las ha detectado al menos en centros de salud de Sevilla, así como en el hospital Infanta Sofía de Madrid, por lo que solicitó que se informe “adecuadamente y con transparencia” a los comités de Seguridad y Salud Laboral sobre los “riesgos reales demostrados”, los centros donde se han distribuido, la marca y tipo de mascarilla por la que se ha sustituido, así como sobre los estudios que vayan a llevarse a cabo para rastrear su distribución y sus conclusiones.

Además, demandó que se vigile la salud de todos los trabajadores que hayan hecho uso de estas mascarillas con una “escrupulosa” valoración del aparato respiratorio.

“Los profesionales de Sanidad, y también los propios ciudadanos, lo mínimo que esperan es que el material de protección que usan contra la Covid-19 reúna los requisitos y la seguridad suficiente”, sentenció CSIF.