En el acto, celebrado en la madrileña Escuela de Guerra del Ejército, estuvieron presentes la secretaria de Estado de Defensa, Esperanza Casteleiro; la subsecretaria de Defensa, Amparo Valcarce; la directora del CNI, Paz Esteban; el jefe de Estado Mayor de la Defensa (Jemad), almirante Teodoro López Calderón; el jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra (Jeme), general Francisco Javier Varela; el jefe de Estado Mayor de la Armada (Ajema), almirante Antonio Martorell; y el jefe de la Unidad Militar de Emergencias (UME), teniente general Luis Martínez Meijide, entre otras autoridades civiles y militares.

También participaron los familiares de las personas fallecidas en el seno de las Fuerzas Armadas y en el Ministerio de Defensa como consecuencia del coronavirus.

El acto, envuelto en una atmósfera de respeto y emoción, comenzó con la lectura de los nombres de las personas homenajeadas, a cuyo término se entonó ‘La muerte no es el final’, himno con el que las Fuerzas Armadas rinden tributo a aquellos de sus miembros que han perdido la vida.

Al mismo tiempo, el teniente coronel Fernando Enseñat interpretó la canción ‘Hallelujah’, de Leonard Cohen, que fue el preámbulo de una ofrenda floral en la que cada uno de los familiares y la propia Robles depositaron una rosa blanca en memoria de todos los fallecidos.

En el turno de parlamentos, Robles transmitió, en nombre de las Fuerzas Armadas y en el suyo propio, su “cariño” a las familias que han sufrido la pérdida de un ser querido durante la pandemia. “Hemos llorado con vosotros y hoy hemos vuelto a llorar”, reconoció.

Por ello, les trasladó que tienen en los ejércitos, en el departamento que dirige y en ella misma a “una gran familia” que, cuando ve morir a uno de los suyos, “siente que le arrancan el corazón”. La titular de Defensa subrayó que “no hay mejor homenaje a quienes no están” que “luchar con fuerza por la vida y por aquello por lo que siempre creyeron: España y las Fuerzas Armadas”.

Apuntó que la unión de quienes, luchando por su vida, sucumbieron ante la enfermedad, y de los que han salvado vidas durante la pandemia representa mejor que cualquier otro valor a los militares, a quienes presentó como “lo mejor de España”.

Robles dejó claro que nunca se olvidará “este doloroso año” durante el cual se ha escrito “una página de la historia de España”. Por esa razón, insufló a los familiares de las víctimas “ánimo”, “cariño” y “fuerza”, desde la certeza de que “juntos saldremos de esta”.

Por su parte, el comandante del Mando de Operaciones (Cmops), teniente general Francisco Braco, relató las actuaciones que los militares han llevado a cabo en el marco de la ‘Operación Balmis’, primero, y en la ‘Misión Baluarte’, actualmente, frente a la pandemia.

“Esta pandemia, sin buscarlo ni desearlo, ha mostrado a la sociedad que tiene unas Fuerzas Armadas para lo que haga falta, donde haga falta, cuando haga falta”, aseveró.

El teniente general Francisco Braco concluyó su intervención manifestando a los familiares de las víctimas que éstas “siempre estarán presentes en nuestros corazones” y serán un ejemplo en la lucha contra el virus, para que “su pérdida no sea en vano”.

El acto concluyó con la imposición de la Medalla Balmis a 24 militares y civiles pertenecientes al Ejército de Tierra, al del Aire, a la Armada, UME, Mando de Operaciones, Guardia Real e Inspección General de Sanidad.

En representación de los galardonados, el capitán de navío José María Martín Dapena observó que los militares han luchado con “entrega”, “sacrificio” y “responsabilidad” frente a un “enemigo colosal” y dejó claro que las víctimas de la pandemia estarán “siempre en nuestro recuerdo”.

Al término del acto, Robles se acercó a la tribuna que ocupaban los familiares para presentarles su respeto, su solidaridad y su cariño.