Así lo afirmó Casado durante un mitin celebrado en la Plaza Salvador Dalí del barrio de Salamanca de Madrid, donde el PP inicia oficialmente la campaña para los comicios autonómicos a pesar de que formalmente no empieza hasta las 0.00 horas de este domingo. Sin embargo, el toque de queda por la pandemia de Covid-19 ha obligado a todos los partidos a adelantar unas horas el tradicional acto de pegada de carteles.

Casado hizo un llamamiento especialmente a los votantes socialistas que en el pasado han apoyado a Felipe González, a Joaquín Leguina y a Alfredo Pérez Rubalcaba pero que “no les gusta el sanchismo” porque pretende “dar indultos” este verano a los condenados del ‘procés’, porque acerca a los terroristas de ETA al País Vasco, porque quiere subir los impuestos “90.000 millones” en los próximos años, porque dice “que los niños no son de sus padres” y porque sostiene que “los niños con discapacidad no tienen derecho a ir a una escuela especial”.

Advirtió de que en estos comicios “no solo estamos hablando de Madrid” sino que “estamos hablado de qué España queremos porque Sánchez se ha tomado esta campaña como si fuera suya” hasta el punto de que “está opacando a su candidato” Ángel Gabilondo y arremete contra la candidata del PP y presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, “desde Angola y Senegal”.

“ESTADO DE PÁNICO” PARA EL PSOE

Casado pronosticó un triunfo amplio de Ayuso en los comicios, como auguran las encuestas, y una contundente derrota del PSOE hasta el punto de sentenciar que “el 4 de mayo empieza el estado de alarma para el PSOE” porque al ver el resultado de las urnas “va a entrar en estado de pánico”.

Para ello, pidió un apoyo mayoritario en las elecciones para que la presidenta actual pueda “gobernar ampliamente con las manos libres”, de manera que no tenga que pactar con Vox, como pronostican los sondeos, ni tenga que aliarse con Ciudadanos, como los dos últimos años. Señaló que, si la victoria es holgada, se estará enviando “un mensaje de que uniendo el centro y la derecha” se pueden ganar las siguientes elecciones generales y de que, por lo tanto, lo de Madrid se puede “replicar a nivel nacional”.

Aseveró que la candidatura del PP es “de unión, no de partido, es una candidatura de servicio a todos los madrileños que quieren mejorar su vida y es una candidatura que se ha convertido en una referencia para los adversarios” porque Ayuso puede rozar la mayoría absoluta pese al periodo de fragmentación política que atraviesa el país desde 2015.

Alabó a su “amiga” Isabel Díaz Ayuso como una política “que merece la pena” y de la que “estaría orgulloso su padre honesto”, sobre quien la Asamblea de Madrid llegó a abrir una comisión de investigación por el dinero que recibió de Avalmadrid antes de morir para el negocio que tenía. Criticó que en los dos últimos años los adversarios políticos hayan “atacado” de esa manera a Ayuso cuando es “la mejor”.

Ante una plaza repleta de dirigentes del PP sentados en sillas, separadas con distancia de seguridad, y con público espontáneo de pie, Casado se dirigió a los que pasaban por allí para recordarles que su partido es quien ha bajado los impuestos en Madrid mientras el PSOE pide subirlos, quien ha construido 200 kilómetros de la red de Metro, quien ha aumentado el número de hospitales y centros de salud, quien permite elegir centro escolar para los hijos y quien defiende la educación concertada.

De forma especial apeló a los ciudadanos que han perdido a un familiar por el coronavirus y han tenido que afrontar una herencia, puesto que en Madrid los impuestos de sucesiones y donaciones están bonificados “al 99%” mientras que la ministra de Hacienda, la socialista María Jesús Montero, ha anunciado esta misma semana que quiere subirlos en toda España para el año 2022.

Casado contrapuso ese plan con el de su compañera Isabel Díaz Ayuso, que ayer mismo anunció que en los dos próximos años quiere extender esa reducción del Impuesto de Sucesiones que existe en Madrid a “otros grados de parentesco”, como por ejemplo entre hermanos o entre tíos y sobrinos.

El líder del PP adujo que “no es casualidad que en Madrid se cree más empleo” que en otras regiones y negó que sea “el efecto capitalidad” o fruto de que “las cifras se maquillas”, como Pedro Sánchez denunció hace unos días sobre los casos de coronavirus en Madrid y que el director del Centro de Alertas Sanitarias, Fernando Simón, desmintió horas después.

Casado se puso “al servicio de lo que pedís” los ciudadanos porque esa es “la política que cambia la vida de las personas” mientras que Pedro Sánchez viaja “en Falcon” como presidente del Gobierno y se lleva “50 coches oficiales” para irse a la residencia oficial en Doñana.