Resistencia antibióticos

La resistencia a los antibióticos se puede transmitir de animales al ser humano

MADRID
SERVIMEDIA

Científicos del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA) con la participación de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) comprobaron que la resistencia a los antibióticos se puede transmitir de animales al ser humano tras encontrar el mismo plásmido de bacterias con resistencia a la 'colistina' en un granjero y en su ganado.

Según explicó este martes el centro de investigación, durante el 2015, la comunidad científica descubrió un nuevo gen en las bacterias, llamado mcr-1 y distribuido mundialmente, que confería resistencia a la 'colistina', un antibiótico de último recurso en la salud humana. Ese mismo año, en España se detectó por primera vez una cepa de la bacteria 'Escherichia coli' resistente a este antibiótico en un matadero de terneros, gracias al Programa de Vigilancia de la resistencia a antimicrobianos en bacterias zoonóticas y comensales del Ministerio de Agricultura.

Dos años después, se identificó la granja en la que se originó esta cepa resistente y un equipo de investigadores del IRTA se desplazó para analizar muestras fecales de los animales y del granjero. La secuenciación y los análisis de las muestras, realizadas por el Servicio Veterinario de Genética Molecular (SVGM) de la UAB, y publicadas en la revista 'Antibióticos', revelaron que los terneros, los cerdos y el granjero tenían bacterias E. coli con el mismo gen de resistencia.

GEN DE RESISTENCIA

En este caso, los expertos apuntaron que la transmisión del gen de resistencia fue de los animales a la persona, ya que los terneros y los cerdos se habían tratado con 'colistina' y, en cambio, el granjero no se había tratado con el fármaco.

En este sentido, la investigadora del programa de Sanidad animal del IRTA y director del estudio, Lourdes Migura, explicó que "las bacterias son microorganismos que tienen dos tipos de material genético, el ADN cromosómico y plásmidos. Muchos genes de resistencia a los antibióticos se localizan en estos plásmidos. Cuando hay contacto entre dos bacterias, se pueden transmitir este "súper poder" resistente, intercambiándose los plásmidos unos con otros. Así es como el gen mcr-1 de resistencia a la colistina pasa de una bacteria a otra".

Según los expertos, el granjero podría haber adquirido la resistencia a la 'colistina' de las bacterias de los animales mediante el contacto directo con ellos, con sus excrementos o con herramientas de trabajo contaminadas.

Según el investigador del Servicio Veterinario de Genética Molecular (SVGM) de la Universidad Autónoma de Barcelona, Joaquim Viñes, constató que "en este caso hablamos de transmisión horizontal de los genes de resistencia por intercambio de plásmidos. En este estudio vemos claramente que los animales pueden ser reservorios de estos genes y los pueden transmitir a los humanos, por eso es importante extremar las medidas higiénicas en las explotaciones ganaderas".

FÁRMACO SIN UTILIDAD

Ante esta situación, los investigadores señalaron que en un futuro la 'colistina' podría dejar de ser útil para tratar infecciones graves. De hecho, en las granjas, la 'colistina' se utilizó de manera regular hasta 2016 sobre todo para tratar infecciones como la diarrea post-destete, pero el hecho de encontrar bacterias resistentes a este antibiótico indica su sobre uso. En las personas, actualmente sólo se utiliza en los hospitales como último recurso en casos graves, cuando los fármacos convencionales no han logrado frenar algunas infecciones bacterianas.

«Tener bacterias E. coli resistentes no es un peligro directo para las personas, pero hay que tener en cuenta que esta bacteria es oportunista. Esto significa que si una persona con esta bacteria resistente enferma gravemente por otra causa, la bacteria oportunista puede aprovechar la bajada de defensas del cuerpo para hacer también su infección y desencadenaría un caso de paciente muy difícil de tratar», adviertió Migura.

Además, añadió que «si esta persona hubiera que ingresar a un hospital, también habría el riesgo de que propagara la bacteria o su plásmido a otras personas».

(SERVIMEDIA)
20 Abr 2021
ABG/gja