Así lo puso de manifiesto el titular de Consumo en la rueda de prensa posterior a la rúbrica de un acuerdo que supone un punto de partida para el trabajo conjunto en la lucha contra la obesidad infantil que, subrayó, afecta de manera “asimétrica” y se “ceba especialmente" entre los grupos “más vulnerables” y las familias con "menos recursos y menos capacidad para poder diseñar estrategias de consumo y de hábitos que pudieran encaminar hacia una vida más saludable”, tal y como reflejan el estudio Aladino 2019, realizado por la Aesan, y el estudio Pasos de promoción de hábitos saludables de la Gasol Foundation.
Con el acuerdo, ambas instituciones se comprometen a trabajar para planificar y desarrollar actuaciones conjuntas en materia de promoción de hábitos saludables y en prevención de la obesidad infantil y, entre otras acciones, impulsarán la investigación en el campo de la salud infantil partiendo de los estudios que ya existen sobre los estilos de vida y obesidad de la población infantil y “abriendo la puerta” a una posible ampliación a la población de tres a seis años.
Por otra parte, el acuerdo subraya la importancia de “proteger los derechos de los niños y niñas” frente al uso del marketing y la publicidad de alimentos y bebidas dirigidas a este público ya que, a juicio de Garzón, existe una “evidencia científica abrumadora” que apunta a que se trata de “uno de los vectores principales por los que se establecen hábitos de consumo no saludables” y que “conducen a obesidad infantil”.
Otro de los puntos clave del convenio será la colaboración para el logro de los objetivos de la estrategia NAOS de la Aesan (Estrategia para la Nutrición, Actividad Física y Prevención de la Obesidad), creada en 2005 para disminuir la prevalencia de obesidad en España.

GRAN ALIANZA
Garzón insistió en que el convenio supone una “gran alianza” que parte de un “diagnóstico muy preocupante” al tiempo que resaltó que los datos de obesidad, "sin variaciones en los últimos años, nos obligan a repensar las políticas”.
En este punto, precisó que el objetivo de su gabinete es crear “incentivos” para que la ciudadanía “pueda optar” por un consumo más saludable “en términos de salud individual, pero también colectiva”. “Estamos en el furgón de cola en porcentaje de población infantil entre 6 y 9 años que consumen verduras frescas a diario según la OMS y estamos por superar todas las resistencias”, abundó, convencido de que “lo que está en juego es la salud y no puede haber ningún otro criterio superior al de proteger a nuestros menores”.
A este respecto, defendió la visión “holística” de la fundación de los hermanos Gasol en torno a un problema “complejo, que requiere un abordaje integral y soluciones complejas, que van a requerir el concurso de las administraciones públicas de diferentes ámbitos”, si bien quiso también “poner en valor” el trabajo “acumulado” de la sociedad civil “concienciada y crecientemente preocupada”, que ha realizado esfuerzos “enormes, ingentes y espectaculares” y ha puesto de relieve la “magnitud del problema a abordar” así como “vías de soluciones” que, a su entender, las administraciones públicas tienen “necesariamente que adoptar”.
PANDEMIA
Preguntado por el impacto que la actual crisis sanitaria ha podido tener sobre el índice de obesidad infantil en España, reconoció que no existe “materia prima solvente y suficiente” para comprobar las consecuencias del confinamiento y las medidas necesarias para combatir esta otra “pandemia”, pero consideró “enormemente preocupante” el sedentarismo en la población infantil.
Por su parte, Ribes puntualizó que la Gasol Foundation aboga por el desarrollo en España de un “plan integral” contra la obesidad infantil, intersectorial y con un enfoque de equidad, que, enfocado en el respeto a los derechos de la infancia, deberá “priorizar" las poblaciones en riesgo de exclusión social, "involucrando e impactando en todos los ámbitos de la vida de un niño y abordando el cambio de los hábitos individuales, familiares y comunitarios, así como los determinantes del entorno”.
A su entender, la “implicación” de la Aesan resulta “imprescindible” a la hora de “hacer frente” a lo que calificó como una “compleja pandemia silenciosa que afecta a demasiados niños y niñas en España” y, en particular, para contribuir a la “transformación” de los “entornos obesogénicos”.
“Ambas instituciones queremos poner a los niños y niñas en el centro de las políticas públicas, de promoción de la salud y de hábitos saludables”, abundó, convencida, asimismo, de que la nueva ley de educación representa “una oportunidad maravillosa para incluir la promoción de hábitos saludables de manera transversal” en la comunidad educativa.