Biodiversidad

Un 37% de las especies de aves comunes en España está en mal estado de conservación

- Según SEO/BirdLife, que celebra el 25º aniversario del programa Sacre

MADRID
SERVIMEDIA

Una de cada tres especies de aves comunes en España -concretamente, un 37%-, entre ellas algunas tan conocidas como la perdiz y la golondrina común, se encuentra en una situación de conservación desfavorable debido a impactos asociados al cambio climático o las prácticas agrícolas insostenibles.

Éste es uno de los principales datos que se extraen del Programa de Seguimiento de Aves Comunes en Primavera (Sacre), que cumple esta temporada su 25º aniversario en España y que fue impulsado en 1996 por SEO/BirdLife, organización que este martes dio a conocer en una rueda de prensa telemática los resultados de este programa de ciencia ciudadana.

El Sacre ofrece datos consolidados y validados científicamente sobre el estado de conservación de más de 100 especies de aves comunes en España, gracias al esfuerzo de más de 1.000 voluntarios que salen cada primavera a contar pájaros.

“Hoy es un día para dar las gracias: a los técnicos que levantan cada año este programa, a los investigadores que generan ciencia a partir de sus datos y, sobre todo, al millar de personas que, cada temporada, se calzan las botas y salen a poner en valor y a reivindicar el papel fundamental de la ciencia ciudadana en la conservación de la naturaleza a escala mundial”, señaló Asunción Ruiz, directora ejecutiva de SEO/BirdLife.

Sin embargo, Ruiz añadió que, “lamentablemente, ésta es una celebración amarga”. “Los datos del Sacre constituyen uno de los indicadores mejor consolidados sobre la salud de nuestra naturaleza. Y no son buenos. Que más de un tercio de las aves comunes se halle en una situación desfavorable es una señal de alarma que debe activar políticas y actuaciones claras para atajar la crisis ecológica que sufrimos, y de la que especies tan populares como el gorrión, la perdiz o el vencejo, Ave del Año 2021, nos vienen alertando desde hace demasiado tiempo”, apuntó.

Tras 25 años de funcionamiento, el Sacre ha logrado consolidar información inédita hasta el momento sobre las poblaciones de aves comunes en primavera, al abrir una nueva etapa en el conocimiento del estado de conservación de todas las especies de la avifauna española, especialmente de las que hasta entonces no se conocía el único factor clave que puede establecer su estado de conservación: la evolución de su población.

“Gracias a los 25 años de trabajo del programa Sacre, conocemos en detalle la evolución de las aves comunes en España. Pero, además de obtener esta información como objetivo principal, el Sacre facilita datos clave para cuantificar las poblaciones de las aves en nuestro país y determinar cómo va cambiando su área de distribución, entre otras cuestiones”, indicó Juan Carlos del Moral, coordinador de Ciencia Ciudadana de SEO/BirdLife.

TENDENCIA DESFAVORABLE

Los resultados del programa Sacre facilitan información, con base en la evolución de sus poblaciones, sobre qué especies tienen estado de conservación favorable, estable o desfavorable.

Aunque un 44% de las especies presenten tendencia poblacional positiva y otro 19% reflejen una situación estable en sus poblaciones, no significa que la situación sea buena.

No en vano, un 37% de las especies se encuentran en situación desfavorable, una cifra elevada sobre todo si se tiene en cuenta que para 26 de ellas (el 62% de las que tienen declive) su porcentaje de descenso poblacional desde 1998 es superior al 30%.

Algunas de estas especies en declive están presentes en gran parte del territorio español: alcaudón real, alondra común, calandria común, codorniz común, collalba gris, collalba rubia, curruca rabilarga, escribano cerillo, escribano montesino, golondrina común, grajilla occidental y perdiz roja.

A priori, se trata de una tendencia que obliga a las administraciones públicas a incluirlas en categorías de amenaza a escala estatal y regional, y que implica la elaboración de sus planes de gestión correspondientes para encauzar la mejora de su estado de conservación, según SEO/BirdLife.

AVES MÁS REPRESENTATIVAS

Entre todas las especies de las que se puede obtener información, SEO/BirdLife pone el foco en cinco de ellas, dado que ilustran la situación de otras muchas en los distintos hábitats: el roquero rojo, el alcaudón real, la perdiz roja, el vencejo común y el petirrojo europeo.

El roquero rojo, con un descenso del 95,3% en sus poblaciones desde 1998, podría entrar en peligro crítico según un análisis preliminar de la evolución de su población. Es una especie ligada a la alta montaña y la disminución de sus efectivos es de las más altas registradas entre las aves comunes. El cambio climático podría ser uno de los causantes de ese declive, pues es en la alta montaña donde este fenómeno está originando cambios en la fauna y flora a mayor velocidad.

El alcaudón real es un ave rapaz a pequeña escala, un gran depredador de saltamontes, grillos y pequeños vertebrados que cada día son más escasos -presenta un declive del 62,6%- por el uso de productos químicos que limitan las ‘malas hierbas’ de las explotaciones agrícolas, pero que eliminan también gran parte de la vida animal en las mismas.

La perdiz roja tiene una gran proporción de su población ligada a los medios agrícolas y, a pesar de ser granívora, el desarrollo de sus pollos y parte de su biología depende en gran medida de insectos, por lo que sufre una amenaza por la desaparición de su sustento y muestra una tendencia de disminución del 38,4% en sus poblaciones. Además, tiene otras amenazas, como el uso de fungicidas, la repoblación e hibridación con especies de perdices no autóctonas o la caza en lugares donde sus poblaciones están muy mermadas.

El vencejo común pasa su vida en vuelo y sólo descansa para incubar los huevos que darán origen a las nuevas generaciones y para alimentar a sus pollos. Es una especie común que, durante siglos, está ligada a las construcciones humanas, donde encuentra huecos en los que sacar adelante a sus pollos. Cada vez es más escasa por problemas ligados a los medios urbanos, como la contaminación, la falta de lugares donde criar, o la falta de alimento con una tendencia negativa del 27,2 %.

Por el contrario, el petirrojo europeo parece tener una evolución positiva en sus poblaciones, con un aumento del 44,4%. El abandono de la actividad agraria y forestal en algunas zonas, así como las reforestaciones pasadas que van madurando, conlleva el avance o madurez de los bosques y zonas arbustivas, lo que parece explicar que gran parte de las especies más generalistas ligadas a estos medios tengan tendencias positivas y mejor estado de conservación que las anteriores.

“Sorprende ver en la lista de declives a aves que forman parte de nuestro imaginario colectivo porque son aves que siempre nos han acompañado. El gorrión es, probablemente, el mejor ejemplo, pero hay otras aves comunes que están lanzando la misma voz de alarma. Son el termómetro de la salud de nuestro medio ambiente, pero también ponen números al estado de nuestra calidad de vida”, expresó Ruiz.

Aunque el programa Sacre está dirigido a las aves comunes, durante los muestreos de campo se registra información de todas las aves detectadas y se dispone de registros de más de 200 especies (teniendo en cuenta rapaces, limícolas, anátidas, etc.), con información adicional el caso del sisón común, un ave esteparia que muestra un declive acusado y que atestigua el difícil momento que atraviesan las aves vinculadas a los medios agrícolas.

(SERVIMEDIA)
27 Abr 2021
MGR/gja