Lo hizo en un mitin de campaña ante unos 400 espectadores en el Teatro José Monleón de Leganés, en el que proclamó que “se equivocaban los que decían que teníamos que darle un Gobierno al PSOE con Ciudadanos”, porque “ahora el PSOE sólo pude pactar con la izquierda” y “la derecha no puede gobernar en España”. “Eso es resultado de algunas decisiones muy difíciles que tuvimos que tomar”, reivindicó.

Ahora, continuó, “la única posibilidad de gobierno para los próximos 15 ó 20 años es un acuerdo entre las izquierdas. Y eso es, modestia aparte, resultado de la firmeza de Unidas Podemos”. Iglesias en ningún momento mencionó a Errejón, pero fue significativo que se remontara a 2016 para rescatar un episodio que le distingue del hoy líder estatal de Más Madrid, la formación de izquierdas a la que todas las encuestas de las elecciones autonómicas sitúan por delante de Unidas Podemos y alguna de ellas muy cerca del PSOE.

Al final de su intervención, después de presentar una vez más la “firmeza” de Unidas Podemos como condición de posibilidad de que se cumpla un acuerdo político de izquierdas, Iglesias tuvo otra referencia velada a Más Madrid, al preguntar a su auditorio si pensaba “que a la derecha y la ultraderecha se le pueden enfrentar con los estilos convencionales” y ”con buen rollito”, otra de las características que tradicionalmente los medios han distinguido entre Iglesias y Errejón.

“Frente al insulto, la violencia, la mentira, las elecciones las tiene que ganar la inteligencia y la reflexión. Si ellos gritan, que a nosotros se nos escuche hablar bajito”, comenzó Iglesias su intervención, enumerando las principales propuestas electorales, como las gafas y el dentista gratis, la regulación del alquiler, el respeto de la ratio 1/30 entre vehículos VTC y taxis, el fin de las ayudas a la tauromaquia, la justicia fiscal.

Precisamente por estas propuestas, “y porque las peleamos hasta el final con quien haya que pelearlas, el fascismo aparece como un peligro frente a la democracia”, enlazó Iglesias con las amenazas recibidas, y preguntó si le “llegarían cartas con balas si defendiéramos privatizar la sanidad y la educación” o lo intereses de los fondos buitre, e hicieran “la pelota” a los propietarios de los medios.

FASCISMO Y AYUSO

“El fascismo es la derecha cuando se empiezan a dar cuenta de que pueden perder el poder. Eso, cualquier español que conozca Historia lo sabe perfectamente”, dictaminó, como estos últimos días en línea con el papel que Lenin otorgó al fascismo en el desarrollo del capitalismo. Enfrente, situó una vez más la democracia como sistema para convertir los privilegios de unos en derechos de todos.

Aquí tuvo un recado para la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, a quien afeó que “solamente un frívolo puede tener la frivolidad y la indecencia de decir que la libertad es poder tomar unas cañas o no encontrarte con tu ex”, en alusión al polémico ejemplo que Ayuso dio ayer de libertad de Madrid, medio en broma, en una entrevista en Onda Cero. A la presidenta también le espetó que quiere “ver las facturas del señor (Enrique) Sarasola”, por el piso que el empresario facilitó a Ayuso para que viviera durante la primera ola de coronavirus y por el que ella siempre dijo haber pagado.

Después de presumir de que gracias a su negativa a investir el Gobierno de PSOE con Ciudadanos en 2016 el PP no puede ya gobernar en España, Iglesias preguntó que, si la izquierda logra gobernar también en Madrid, “¿a las derechas qué les queda?”. Y, coligió, “por eso surgen los fascistas, las amenazas”, con el presunto objetivo de “convencer a los de Unidas Podemos de que esto no les compensa”. “Si no les podemos destruir políticamente, hay que destruirles personalmente”, interpretó.

Iglesias terminó de forma más convencional preguntando que, si la derecha tiene las elecciones ganadas, “por qué hay tanta agresividad, por qué hablan tanto de nosotros”. Y en este puto insertó una nueva distinción con respecto al PSOE y Más Madrid al asegurar que le habían trasladado que, en el debate de Telemadrid, “la mayor parte de las intervenciones de la derecha y la ultraderecha se dirigieron al candidato de Unidas Podemos, porque es quien tiene la valentía y la firmeza para hacer lo que hay que hacer en la Comunidad de Madrid”.

A esa “valentía y firmeza” que reivindicó haber demostrado en el Gobierno de España apeló para pedir el voto a “la gente que está dudando”. Porque, subrayó una vez más, para Podemos “un acuerdo político es un acuerdo ante la ciudadanía”, que se debe cumplir, y porque, si llegan a gobernar, “no podemos estar dormidos dos años”, sino que el Ejecutivo tiene que hacer que cada día se note lo que es un Gobierno de izquierdas.