Lo hizo en su primera intervención en el acto de cierre de campaña de su candidatura, que se celebró en el auditorio del Parque de la Cuña Verde de Vicálvaro. “Me han pedido que intervenga dos veces”, justificó, distinguiendo que la primera sería “en clave de campaña” y la segunda sobre el “proceso histórico” que está viviendo España en los últimos siete años, para explicar cosas que no ha explicado antes.

La primera no tuvo grandes novedades sobre los que han sido sus leitmotivs de la campaña, sólo que rechazó la tesitura de si ésta va de propuestas o del peligro de la ultraderecha. Enumeró las propuestas de mil millones anuales más para sanidad pública, otros tantos para educación pública, la regulación de los alquileres, la reforma fiscal y la eliminación de las ayudas a la tauromaquia; ésta última y la del alquiler fueron las más aplaudidas por el público.

Como otras veces, Iglesias preguntó si recibiría tantos ataques si defendiera lo contrario, y concluyó que “la ultraderecha es una reacción antidemocrática a lo que implica Unidas Podemos como fuerza política que puede cambiar las cosas”. E insistió en que, precisamente por haber “demostrado que la democracia a veces puede funcionar”, se rebelan “los que solamente respetan la democracia cuando ganan ellos y quedan intocables los privilegios de los ricos”.

Entonces, continuó, en el PP “no tienen ningún problema en banalizar la libertad”, y “se les cae la careta” y “revelan lo que siempre fueron” y que “nunca creyeron en la democracia, sólo creen en el poder”, porque “hablan de comunistas, violentos” y “normalizan la palabra fascismo”. “Cuando la derecha ve que puede perder el poder, enseñan su verdadera cara de enemigos arrogantes y violentos de la democracia”, abundó.

Iglesias interpretó que “están acostumbrados a poder comprar a cualquiera” y por eso “han logrado con dinerito" que el expresidente del Gobierno Felipe González “diga que Podemos es más peligroso que Vox”, y que el expresidente de la Comunidad de Madrid Joaquín Leguina diga que va a votar al PP de Isabel Díaz Ayuso. Por el contrario, Unidas Podemos les ha aclarado que “ni su sucio dinero ni sus amenazas nos iban a hacer cambiar de bando”.