Así se pronunció la Inspección de Trabajo tras la denuncia que presentó CCOO Sanidad el pasado mes de octubre, coincidiendo con la segunda ola de la pandemia, según informó este lunes este sindicato.

CCOO explicó que los residuos peligrosos con elevada carga biológica procedentes de material sanitario con restos biológicos generados por la pandemia se acumularon en varios hospitales de la red pública del Servicio Madrileño de Salud.

Algunos de estos residuos se almacenaron en zonas de tránsito al no haber espacio es almacenes habilitados para ello, lo que generaba “un riesgo añadido” al peligro biológico que ya comporta este tipo de material.

Ante esta situación, CCOO reclamó a la Consejería de Sanidad la “retirada inmediata” de estos residuos, la modificación del pliego de condiciones con las empresas de recogida de residuos peligrosos en los hospitales y la elaboración de un plan de contingencia para afrontar la variabilidad de residuos sanitarios y la elevada cantidad de desechos peligrosos que se generan durante la pandemia.

El aumento de hospitalizaciones por coronavirus en el último año ha provocado que se generen muchos más residuos, especialmente de los más peligrosos -del Grupo 3-, que tienen una tipología, un riesgo y una normativa especial para su recogida.

A pesar de ello, según CCOO, la Comunidad de Madrid “dejó que se acumularan estos residuos dentro de los hospitales con otros residuos asimilables a residuos urbanos”.

Prueba de ello, es que, en el caso del 12 de Octubre, la Inspección de Trabajo determinó que “durante los picos de la pandemia, la generación de estos residuos se triplicó y se almacenó de forma transitoria en zonas no transitadas por el personal del hospital o por usuarios”, como las áreas de aparcamiento para carga y descarga, con único acceso de los operarios de limpieza y de personal de recogida de residuos.

Por todo ello, advirtió a la Dirección de este hospital de que debe evitar que “pueda reproducirse circunstancialmente un almacenamiento excesivo de residuos peligrosos, con riesgo para los trabajadores que prestan servicios en las diferentes áreas del centro”.

También le urgió a contemplar “el estricto cumplimiento de las condiciones de las áreas de depósito intermedio y final de residuos biosanitarios y citotóxicos, conforme a lo previsto en el Decreto 83/1999, de 3 de junio, por el que se regulan las actividades de producción y de gestión de los residuos biosanitarios y citotóxicos en la Comunidad de Madrid”.