Las mariposas ibéricas se adaptan al cambio climático con diferencias locales

- Según un estudio con datos desde 1901

MADRID
SERVIMEDIA

Las diferencias locales ayudan a las mariposas de la Península Ibérica a adaptarse al cambio climático, según un estudio realizado por investigadores del Museo nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) y la Universidad Autónoma de Madrid (UAM).

El estudio, publicado en la revista ‘Insect Conservation and Diversity’, se basa en registros de mariposas ibéricas desde 1901 hasta 2016. La conclusión principal es que la variación climática local y la heterogeneidad topográfica pueden proteger, a pequeña escala, determinadas comunidades de estos insectos ante los impactos del cambio climático.

“Los insectos son buenos indicadores de lo que pasa en la naturaleza. Las mariposas, el grupo de insectos del que se tienen más registros de distribución en la península, son muy sensibles a cambios ambientales, es decir, son buenos bioindicadores debido también a sus cortos ciclos de vida”, indica Robert Wilson, del MNCN.

Wilson añade al respecto: “La zona mediterránea, área de especial relevancia para la biodiversidad, sufre severamente los efectos del cambio climático, así como otros factores como el abandono del suelo, con el consiguiente aumento de la cobertura vegetal y la despoblación, en contraposición a la intensa urbanización en otras zonas, la agricultura intensiva o las sequías”.

Variables ambientales como la temperatura y la precipitación han variado notablemente. Sin embargo, la respuesta de las poblaciones de mariposas ante estos cambios no ha sido tan marcada. Además, las diferencias en la orografía local y la altitud amortiguan la respuesta de la comunidad al aumento de las temperaturas y las sequías, lo que sugiere que la heterogeneidad topográfica podría escudar regionalmente a las mariposas de los impactos del cambio climático.

“Estos resultados nos sugieren que las comunidades que habitan zonas montañosas pueden estar parcialmente protegidas contra los efectos del cambio climático, ya que la variación topográfica, que hace que en lugares muy próximos espacialmente aparezcan muchos microclimas, puede reducir la tasa de calentamiento”, indica Mario Mingarro, investigador en el MNCN.

Mingarro apunta que “los efectos ecológicos del cambio climático dependen en gran medida de la distribución geográfica de cada especie en cuestión”. “Sin embargo, aparte del cambio climático, la biodiversidad se enfrenta a amenazas como los cambios en el uso del suelo y este estudio ha demostrado que las mariposas respondieron a un aumento en la cobertura de la vegetación boscosa a causa del abandono”, matiza.

En esta investigación se resalta que una de las principales limitaciones que se encuentran este tipo de estudios es la cantidad de datos de los que se dispone en cada región, y los autores destacan la necesidad de programas de seguimiento a largo plazo para poder comprender la respuesta de los insectos al cambio global.

“La combinación de datos históricos con nuevas medidas de seguimiento o monitorización del medio ambiente puede ayudar a entender mejor las respuestas a los cambios antropógenos, proporcionando pruebas sólidas en las que basar las medidas de conservación. Es, desde nuestro punto de vista, la manera de favorecer un correcto funcionamiento de los ecosistemas que compartimos con miles de especies, entre ellas los insectos”, recalca Helena Romo, de la UAM.

(SERVIMEDIA)
25 Mayo 2021
MGR/gja