Según informó la Policía, las menores fueron trasladadas por un compatriota desde Rumanía a la Costa Brava, con la intención de que ejercieran la prostitución. Las gemelas eran controladas por la madre, que les retiró la documentación y les facilitó una identidad falsa para ocultar su minoría de edad y eludir así los controles policiales.

La operación se inició al conocerse unas primeras informaciones en relación a la posible explotación sexual de dos hermanas menores de edad en distintos locales de alterne de la demarcación de Vélez-Málaga.

La arrestada controlaba todas las actividades de las menores y se apoderaba del dinero que conseguían con la prostitución. Este dinero era repartido al cincuenta por ciento entre la madre y el sujeto que las trajo a España.

Tras varios meses en Gerona, la progenitora trasladó a las menores a la Costa del Sol. Una vez allí continuó con la explotación sexual de sus hijas, a las que retiró la documentación personal y facilitó una identidad falsa con el objetivo de ocultar su minoría de edad y lograr evitar los controles policiales.

Los investigadores consiguieron detener a la madre de las menores explotadas, a quien se imputa un delito de trata de seres humanos y falsificación de documentos. La investigación continúa abierta. Se realizó un registro en el domicilio de la arrestada y de las menores, donde se intervino documentación y recibos de pagos indicando la existencia de prestaciones bajo precio de servicios sexuales.