Los populares quieren, en concreto, que el titular de la diplomacia española especifique en sede parlamentaria la situación procesal y legal en la que quedarían los convictos y su régimen jurídico, para que el "limbo" cubano no se tralade a España.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, comunicará a Barak Obama durante su viaje a Washington de la próxima semana que España ha decidido acoger al menos a dos prisioneros de la base de Guantánamo. Según el Ejecutivo, el proceso está en su "fase final" y se prevé que "esté cerrado" con motivo del viaje.

El enviado especial de Obama, el diplomático Daniel Fried, pidió que España acogiera a cuatro ex reclusos durante la visita que hizo a Madrid en junio pasado. A partir de ahí se procedió a un examen "muy cuidadoso" de los expedientes, en palabras del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.

De la lista inicial, integrada por cuatro tunecinos y un yemení, se fueron cayendo nombres, algunos por razones de seguridad y otros porque tenían antecedentes penales, lo que resulta incompatible con la Ley de Extranjería.

Finalmente, se admitirá a dos yemeníes, a los que podría sumarse alguno más. No existe ningún proceso abierto contra ellos, por lo que quedarán en libertad en cuanto pisen suelo español, pero estarán sometidos a vigilancia y no podrán circular por la UE.