Tres días después de la manifestación convocada por Unión 78 en la Plaza de Colón contra los indultos, Casado se enfrentará al jefe del Ejecutivo en sede parlamentaria y le preguntará si piensa defender la unidad nacional y la igualdad de todos los españoles.

El PP, que está inmerso en una campaña de recogida de firmas contra los indultos, dedicará todas sus preguntas −salvo la del secretario general, Teodoro García Egea−, a estos posibles indultos que dan por hecho que el Gobierno concederá a los condenados por el ‘procés’ como “pago político” para que Sánchez pueda “sobrevivir” dos años más en La Moncloa.

La portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra, preguntará a la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, “por qué se somete el Gobierno al independentismo”.

El vicesecretario de Participación del PP, Jaime de Olano, se dirigirá al ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, para pedirle que aclare si considera que “los indultos a los condenados por sedición van a facilitar la cooperación judicial europea y, en particular, la aplicación de la euroorden”.

En su caso, el diputado del PP José Antonio Bermúdez de Castro reclamará a la ministra de Defensa, Margarita Robles, que diga si “propondría al Consejo de Ministros la concesión de un indulto en el ámbito de su competencia sin que concurrieran razones de justicia, equidad y utilidad pública”.

Además, la diputada del PP Macarena Montesinos preguntará al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, si “considera que el trato privilegiado recibido por los condenados por sedición, tanto por la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias como por el Departamento de Justicia del Gobierno catalán, anticipa la voluntad política de conceder los indultos”.

Así, el PP centrará su crítica en esta cuestión, aunque el secretario general del PP tampoco perderá ocasión para interrogar a la vicepresidenta tercera y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, por “las subidas de impuestos, peajes y tarifa de la luz”, ya que quiere saber si “son el escudo social de los más de cinco millones de españoles que quieren trabajan y no pueden”.