El periodista está convencido de que “una Iglesia que no comunica no es Iglesia”, como defiende en las páginas de esta obra que plantea, con un estilo pedagógico y directo, cómo se puede mejorar la comunicación eclesial en un contexto complejo como el actual.

El autor presentará su obra el jueves 24 de junio por la tarde en el espacio O_Lumen de Madrid, en, el marco de un coloquio periodístico en el que participarán el presidente de la Asociación de Directivos de Comunicación (Dircom), Miguel López-Quesada, y la directora de ‘Fin de Semana’ en Cope, Cristina López-Schlichting.

Consciente de que la institución atraviesa “una vez más en su historia una crisis de dimensiones desconocidas” con la lacra de los abusos sexuales en primer plano, José Gabriel Vera reconoce que este contexto ha propiciado a su vez una falta de “confianza que afecta sin duda al cumplimiento de su misión”. Para recuperar la reputación, imprescindible en cualquier institución, el autor ofrece un camino que pasa por los principios, la identidad, la misión, la cultura y la imagen de la Iglesia, hasta alcanzar de nuevo la reputación perdida.

En relación al mundo digital, Josetxo Vera sostiene que “estar presente y ser Iglesia en el ambiente digital es una obligación para esta institución, pues también en este entorno se puede instalar el hospital de campaña con el que el papa Francisco se refiere a la Iglesia”.

EVANGELIZACIÓN

A diferencia de otras empresas y entidades del tercer sector, el también director del Secretariado para las Comunicaciones del Episcopado, apunta cómo en la Iglesia la comunicación corporativa “no solo facilita alcanzar objetivos, sino que ella misma resulta un objetivo” ya que “la comunicación forma parte de la evangelización”. “La Iglesia dice de sí misma que existe, de hecho, para evangelizar, y ello significa anunciar una buena noticia”, expone este doctor en Comunicación Pública.

A lo largo de las páginas de la obra, Vera Beorlegui se adentra en la identidad y misión de la Iglesia, con atención a las premisas marcadas por el papa Francisco, como la sinodalidad, la apuesta por las periferias o la ecología integral que también marcan qué y cómo comunicar, sin olvidar los condicionantes del mundo digital como oportunidad. “Se trata de crear espacios digitales de acogida, encuentro, respeto y conversación entre creyentes, increyentes o no creyentes”, subraya.