“Necesitamos dar seguridad jurídica a las empresas, también a los trabajadores, y que este nuevo ciclo económico que se inicia, esa fase expansiva que se va a iniciar en la segunda parte del año, se haga ya con un nuevo marco laboral que nos permita la creación de empleo de calidad, la reducción de la temporalidad, la mayor estabilidad del empleo”, explicó durante su comparecencia en la Comisión Mixta para la Unión Europea para informar sobre los últimos avances sobre el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.

“Por eso, creo que nos interesa a todos que, cuanto antes, entre en vigor ese marco laboral en el que tenemos que empezar a trabajar con los agentes sociales inmediatamente”, agregó, reconociendo que dentro del plan hay otras reformas que urgen menos y pueden, por tanto, realizarse a través de proyectos de ley como la de pensiones, la ley de creación y crecimiento empresarial, o la reforma concursal.

Calviño defendió, precisamente, que el diálogo “es la base” sobre la que el Gobierno quiere construir todo el programa de reformas, garantizando la “intención” de hablar con los grupos políticos porque el objetivo “tiene que ser tener el máximo apoyo social para las reformas”, ya que es “lo que garantiza que las reformas ejecutadas son permanentes en el tiempo”.

Entre las reformas laborales previstas para acometer este año dentro del Plan figuran simplificar los contratos, reducir la temporalidad, adecuar la normativa del contrato de formación y mejorar el marco legal de la negociación colectiva, mejorar el marco legal de la subcontratación y “establecer un nuevo mecanismo permanente de flexibilidad interna para las empresas”, tomando de base los ERTE.