Así lo refleja el estudio ‘Estimaciones mundiales de la OIT sobre los trabajadores migrantes’ divulgado este miércoles por el organismo, que cifra en 5 millones el incremento del número de personas que migraron de su país de origen entre 2017 y 2019 para encontrar trabajo más allá de sus fronteras.

Ante estos datos, el organismo dependiente de la Organización de Naciones Unidas (ONU) advirtió de que muchos de estos trabajadores migrantes suelen ocupar empleos temporales, informales o no protegidos, “por lo que están expuestos a un riesgo mayor de inseguridad, despidos y deterioro de las condiciones de trabajo”.

En este sentido, la directora del departamento de Condiciones de Trabajo e Igualdad de la OIT, Manuela Tomei, aseguró que los trabajadores migrantes son, “con frecuencia”, los primeros en ser despedidos, y sufren “dificultades para acceder al tratamiento”, “Muchas veces están excluidos de las respuestas políticas nacionales a la Covid-19”, prosiguió.

El informe también detalla que casi dos terceras partes de los trabajadores migrantes internacionales se concentran en los países de altos ingresos. En concreto, 63,8 millones de estas personas (37,7%) viven en Europa y Asia Central, mientras que 43,3 millones (25,6%) residen en lo que la OIT denomina como las “Américas”.

INMIGRACIÓN CRECIENTE DE JÓVENES

Otra de las conclusiones que se esgrime del estudio es el creciente número de jóvenes que migran en busca de un trabajo. Según la OIT, el peso de los jóvenes dentro del total de los trabajadores migrantes internacionales ha aumentado del 8,3% registrado en 2017, hasta el 10% en 2019.

Desde el organismo sostienen que este aumento puede estar relacionado con las elevadas tasas de desempleo juvenil en los países en desarrollo. De todos modos, los adultos jóvenes (25-64 años) aún representan el 86,5% de los trabajadores migrantes.

MUJERES, LAS MÁS VULNERABLES

Respecto al género de los trabajadores migrantes, el informe señala que la mayoría de los trabajadores migrantes –99 millones– son hombres, mientras que 70 millones son mujeres.

Asimismo, la OIT advirtió de que las mujeres enfrentan más obstáculos socioeconómicos y tienen mayores probabilidades de migrar como miembros de la familia acompañantes por razones distintas a la de buscar trabajo.

“Pueden experimentar discriminación de género en el empleo y es posible que no tengan contactos con personas afines, lo cual dificulta el equilibrio entre la vida profesional y familiar en un país extranjero”, indica el informe.