El jurado del galardón, presidido por la directora general del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA), Beatriz Navas, decidió otorgárselo a José Sacristán “por representar la historia viva del cine español de los últimos sesenta años y por haber encarnado como nadie las contradicciones, vicisitudes e idiosincrasia de una sociedad en transformación”.

También destacó que durante su carrera ha trabajado con “algunos de los cineastas más relevantes” de la cinematografía española, como Luis García Berlanga (1921-2010) y Fernando Fernández Gómez (1921-2007), y con cineastas en activo, como Carlos Vermut, Isaki Lacuesta y Javier Rebollo, “conectando con distintas generaciones y sensibilidades”.

Los componentes del jurado presentaron a José Sacristán como “trabajador, incansable, curioso, apasionado, versátil”, habiendo evolucionado desde la comedia popular de la década de 1960 y 1970 a protagonizar películas de carácter social o thrillers, “personificando la propia evolución de nuestra cinematografía”.

Tras recordar su carrera en el teatro o el musical, le catalogó como “una referencia y personalidad indisoluble del imaginario cultural de nuestro país”.

El ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes, llamó personalmente al premiado para comunicarle el fallo del jurado, y publicó un mensaje de felicitación en su cuenta de Twitter en el que comentó que, en el Año Berlanga, bajo cuyas órdenes Sacristán trabajó en ‘La Vaquilla’ (1985) y ‘Todos a la cárcel’ (1993), “reconocemos a uno de los actores más grandes de la historia”. El Premio Nacional de Cinematografía, concedido por el ICAA, está dotado con 30.000 euros.

José Sacristán (Chinchón, Madrid, 1937) debutó profesionalmente en el teatro en 1960, trabajo que, desde 1965, ha compaginado con el cine y la televisión hasta hoy.

Tras debutar en la gran pantalla en ‘La familia y uno más’ (1965), en la década de 1970 participó en algunas de las comedias más representativas de la época, al tiempo que se fue revelando como un excelente actor dramático en trabajo como ‘Un hombre llamado Flor de Otoño’ (1978), de Pedro Olea; ‘La colmena’ (1982), de Mario Camus, o ‘El pájaro de la felicidad’ (1993), de Pilar Miró.

En los últimos años, ha trabajado bajo las órdenes de nuevos directores, como Javier Rebollo, en ‘El muerto y ser feliz’ (2012); Carlos Vermut, en ‘Magical Girl’ (2014); o Kike Maíllo, en ‘Toro’ (2016).

Ha desarrollado también una parte de su carrera profesional en Argentina, donde se dio a conocer en 1978 a raíz de ‘Solos en la madrugada’. En ese país, protagonizó un título de gran relevancia, como ‘Un lugar en el mundo’ (1992).

Además de su carrera como actor, también se ha puesto detrás de las cámaras en ‘Soldados de plomo’ (1983), ‘Cara de acelga’ (1987), donde también fue el responsable del guion junto a Carlos Pérez Merinero, y ‘Yo me bajo en la próxima, ¿y usted?’ (1992).

A lo largo de su carrera, ha sido distinguido con dos Concha de Plata del Festival de San Sebastián, un Goya, el Condor de Honor en 2011, el Premio Feroz de Honor a toda una carrera en 2014, la medalla de honor del Círculo de Escritores Cinematográficos en 2020 y la Medalla al Mérito de las Bellas Artes en 2001.